Las personas que ya han sufrido un ataque cardíaco podrían enfrentarse a más probabilidades de muerte o a un ataque cardíaco posterior si toman regularmente una forma común de analgésicos, informan investigadores daneses.
Los analgésicos se conocen como antiinflamatorios no esteroides (AINE), e incluyen fármacos de venta libre como ibuprofeno y naproxeno, además de fármacos recetados como celecoxib, anotaron los investigadores.
“Estos resultados respaldan hallazgos anteriores de que los AINE aparentemente no tienen una ventana de seguridad en el tratamiento de los pacientes con un ataque cardíaco anterior”, señaló la investigadora líder, la Dra. Anne-Marie Schjerning Olsen, del departamento de cardiología de la Universidad de Copenhague. “Tras un ataque cardíaco, se aconseja a todos los pacientes tener cuidado a largo plazo con los AINE”, enfatizó.
La Dra. Olsen añadió que “es importante hacer llegar el mensaje a los profesionales clínicos que atienden a pacientes de enfermedad cardiovascular de que los AINE son nocivos, incluso varios años tras un ataque cardíaco”.
El informe aparece en la edición del 10 de septiembre de la revista Circulation. Para el estudio, los investigadores recolectaron datos sobre casi 100.000 personas que habían experimentado un ataque cardíaco entre 1997 y 2009. Hallaron que 44% de estos pacientes habían surtido al menos una receta para un AINE.
En comparación con los no usuarios, las personas que tomaban los analgésicos tenían un riesgo de morir de cualquier causa en un plazo de un año de su ataque cardíaco 59% más alto, y un riesgo 63% más alto en un plazo de 5 años, hallaron los investigadores.
Además, el riesgo de sufrir otro ataque cardíaco o de morir de enfermedad cardíaca aumentaba en 30% en un plazo de un año, y en 41% tras 5 años, según el equipo danés.
Estos hallazgos fueron iguales en hombres y mujeres independientemente de la edad y los ingresos, hallaron los investigadores, y el estudio también tomó en cuenta factores como otras enfermedades o medicamentos.
Aun así, los datos provienen de lo que se conoce como un estudio observacional, así que no pueden probar que los AINE ayudaran a provocar las muertes y ataques cardíacos, solo que hubo una asociación.
Sin embargo, el uso de esos fármacos se debe limitar, y se debe reconsiderar la posibilidad de comprarlos en venta libre, concluyeron los investigadores.
“Varios estudios anteriores han mostrado que el uso regular de AINE, incluso los disponibles en venta libre, se asocia con un mayor riesgo de eventos cardiovasculares”, dijo el Dr. Gregg Fonarow, vocero de la American Heart Association y profesor de cardiología de la Universidad de California, en Los Ángeles, quien no participó en el estudio.
“Incluso el uso a corto plazo en los pacientes tras un ataque cardíaco o con insuficiencia cardíaca se ha asociado con un exceso de riesgo”, afirmó.
Desde 2007, las directrices de la American Heart Association han advertido sobre el riesgo cardiovascular potencial de los AINE en pacientes con enfermedad cardiovascular establecida y tras un ataque cardíaco, y desaconseja su uso en esos pacientes, dijo el Dr. Fonarow.
“Este estudio resalta que se necesita un cuidado sustancial cuando se consideren los AINE en los pacientes tras un ataque cardíaco, independientemente del tiempo que haya pasado desde el ataque cardíaco”, señaló.
“Los pacientes con antecedentes de ataque cardíaco deben consultar a sus médicos antes de tomar AINE, incluso los que están disponibles en venta libre”, añadió el Dr. Fonarow.
Tras un ataque cardíaco, por lo general a los pacientes se les receta aspirina, que también es un AINE. Sin embargo, “estos hallazgos no se aplican a la aspirina, que es una terapia protectora tras un ataque cardíaco”, enfatizó.