Se redefine el negocio de las farmacias

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El 11 de marzo vencerá el plazo de 90 días que les impuso el Ministerio de Salud a las farmacias porteñas para adecuarse e impedir la venta de productos que no sean medicamentos o artículos de higiene y perfumería. La medida podría provocar una aceleración en los cambios que vive el mercado local, a partir de la aparición de nuevas propuestas comerciales y el desarrollo de canales alternativos.

 

Farmacity se presenta como el principal impulsor de los cambios. El primer paso lo dio hace unos meses con el lanzamiento de su modelo de góndolas en los shoppings, con la marca Farmacity Look, especializada en la venta de artículos de cosmética y que ahora acaba de ser replicado con el primer local en la calle, en Florida y Paraguay. Además, a fin de año, Farmacity inauguró la primera sucursal de Simplicity -una propuesta de tienda enfocada en cuidado personal, entretenimiento y belleza- en Morón, y ya anunció para los próximos meses la llegada a San Isidro y a La Plata. Su última incursión en nuevos canales fue el lanzamiento de farmacity.com, en lo que constituye el debut de la cadena en el comercio electrónico.

Negocios complementarios

En el caso puntual de las nuevas restricciones, las distintas cámaras y colegios del rubro ya les pidieron a las autoridades del Ministerio de Salud mayores precisiones acerca de los alcances de las medidas, los productos que quedarán regulados y los plazos de aplicación, y por el momento lo único confirmado es que las nuevas regulaciones entrarán en vigencia en la primera quincena de marzo. Para Farmacity, lo que está en juego no es un negocio menor. Los medicamentos aportan entre 60 y 70% de la facturación de la cadena controlada por el grupo Pegasus, mientras que el resto se reparte entre alimentos, golosinas, artículos de librería, perfumería y tarjetas de teléfono, que son precisamente los rubros que en principio quedarían prohibidos.

División de bienes

Los nuevos modelos comerciales que está presentando Farmacity en el mercado local significan el último paso de un proceso de migración de varias categorías ligadas a las farmacias hacia otros canales comerciales. “Todo se originó cuando la perfumería masiva lentamente comenzó a dispersarse en los ’90 a manos de los supermercados y las cadenas de perfumerías. Después llegaron las pañaleras, que lograron desplazar la venta de pañales y artículos de bebe de las farmacias, y otro de los canales que cobró fuerza fueron las dietéticas, que se quedaron con una importante facturación de la mano de los suplementos nutricionales, las tinturas madre y los productos de herboristería”, explican en Pharmabiz, un portal especializado en la industria farmacéutica.

Jugadores Locales

En el nivel regional, el negocio de las farmacias muestra una participación muy destacada de jugadores locales. El más importante es la cadena correntina Farmar, que cuenta con más de 70 locales distribuidos en todo el norte del país -desde San Salvador de Jujuy hasta Posadas, pasando por San Fernando del Valle de Catamarca, Salta, Formosa y Resistencia, y hace un par de años puso en pie en la Capital Federal, con dos aperturas en el microcentro y una en Floresta. En el Sur, por su parte, el liderazgo se lo reparten las cadenas Farmacias Patagónicas -que es muy fuerte en Chubut- y Farmacia del Pueblo, que opera en Neuquén y Río Negro, mientras que en el conurbano bonaerense tienen un peso importante firmas como Líder, Central Oeste o Farma 24.

El negocio de las farmacias ya dio sobradas muestras de ser terreno fácil para cualquier empresa y el mejor ejemplo es del Carrefour. La cadena francesa, que es líder en la venta de alimentos y bebidas en el mercado argentino, ingresó en el negocio en 2008, con el objetivo de repetir el éxito en el negocio de los medicamentos, pero cuatro años después concretó su salida del mercado con la venta de las farmacias que conservaba a manos del grupo Vantage.

Fuente: Diario La Nación