El Candy Crush es el juego más popular en la actualidad. Expertos señalan que es adictivo y genera trastornos de ansiedad.
Los números de Candy Crush, el juego más popular y adictivo de Facebook, no dejan de sorprender. Se estima que lo juegan más de 50 millones de personas en todo el mundo. Mientras que King, la empresa británica que lo creó, registró una facturación de u$s 480 millones desde principios de año y ya ingresó los documentos necesarios para entrar a la Bolsa de Estados Unidos. Según datos preliminares, la compañía debería estar valorada en por lo menos u$s 5.000 millones.
Pero más allá de su éxito global, hay especialistas que aseguran que el Candy Crush genera trastornos de ansiedad derivados de los objetivos del juego de alinear caramelos de colores para pasar 400 niveles. Y cada uno de sus tableros es una tarea que hay que resolver de forma urgente. Se le dan a los jugadores cinco vidas por nivel. Cuando se acaban, hay que esperar 30 minutos para volver a jugar.
Aunque algunos optan por pagar por más vidas o artilugios más sofisticados, como adelantar el reloj del dispositivo donde se juega.
Y la facilidad de bajar la aplicación a tablets, smartphones y computadora de forma gratuita aumentaron su éxito. No está sólo en Facebook, sino también en dispositivos de Apple y en Android, lo que permite dejar de jugarlo en una plataforma y retomarlo en otra.
Al respecto, el profesor de psicología y ciencias cognitivas de la Universidad de Sheffield en Inglaterra, Tom Stafford, señala que los jugadores de esta aplicación padecen lo que se conoce como efecto Zeigarnik. Se trata del apellido del psicólogo ruso Bluma Zeigarnik, quien decía que los mozos tienen una memoria impresionante para recordar los pedidos. Pero sólo hasta que los cumplen, ya que una vez que la comida y las bebidas están sobre la mesa, los olvidan.
Zeigarnik les dio nombre a problemas en los que una tarea incompleta se queda fija en la memoria. Y Candy Crush genera tareas incompletas?.explicó Stafford a BBC Mundo.
En este sentido, María Cecilia Palozzo, psicóloga y miembro del Centro de Estudios Especializados en Trastornos de Ansiedad (Ceeta), analizó los efectos que el Candy Crush puede provocar. Parte de su atractivo radica en que es un juego social. A través de Facebook, no sólo se puede seguir a los demás jugadores generando competencia y expectativa sino que también se puede pedir ayuda para obtener más formas de continuar participando, señaló,
Según la especialista, se está frente a una adicción cuando la ansiedad comienza a ser marcada, definida y persistente. En el caso del Candy Crush asegura que quienes lo juegan todo el tiempo están pendientes de avanzar en el juego e ir cerrando pendientes. Y que esto se relaciona con estudios que demuestran el efecto que producen las tareas irresueltas y la necesidad imperiosa por concluirlas para sentir la satisfacción por haberlo logrado?.
A esto le suma el factor social, que invita a los usuarios a estar permanentemente conectados y pendientes de los demás. Desde que Facebook se convirtió en motor de nuestros contactos afectivos y sociales ya no podemos escaparnos fácilmente de sus demandas. Y se sigue jugando porque hay alguien que nos necesita y del que yo también como jugador dependo, describió.
El fenómeno del Candy Crush también puede buscarse en la necesidad de evadirse de la realidad. La ansiedad es una emoción básica, adaptativa y normal que surge ante un desafío o peligro. Su función es la de ayudarnos a responder ante dicha situación de manera apropiada. Paradójicamente, el juego disminuye la ansiedad y provoca cierto bienestar a medida que se resuelve cada desafío, pero la aumenta al avanzar a partir de nuevos desafíos a resolver. Se convierte en un círculo vicioso. Así se transforma en un pasatiempo altamente adictivo?, destacó Palozzo.
Fuente: http://www.cronista.com