En la que es una industria atomizada con 13.500 locales en todo el país y 10.500 dueños, muchas farmacias están cerrando.
En ese negocio, Farmacity, que es la principal cadena, tiene 189 locales.
Lo cierto es que últimamente el grueso de los descuentos sobre los medicamentos que benefician a los afiliados de obras sociales y prepagas, cae sobre las espaldas de estos comerciantes.
Así, según explican, del 40% promedio que rebajan prepagas y obras sociales a sus afiliados, el 20% corre por cuenta de la farmacia, otro 10% por cuenta de la prepaga o la obra social, y el 10% restante es una bonificación del laboratorio a la prepaga u obra social. Por este mecanismo se vende el 70% de los remedios, que constituyen el grueso de la facturación.
A eso se añade el estiramiento en los plazos de pago por parte de obras sociales y prepagas a las farmacias: pasó de 60 a 180 días. En lo que describen como un “verdadero ahogo financiero”, también echan la culpa los laboratorios que las excluyeron de la venta de medicamentos para tratamientos especiales.
Fuente: iEco