Las exigencias emocionales, los problemas laborales, las inseguridades, los bajones o el estrés de fin de año. Sea lo que sea, en los tiempos que corren todo parece resolverse con una pastillita para estar más tranquilos. Así, al menos, lo demuestra un trabajo del Indec sobre el tema, según el cual la facturación total de la industria farmacéutica en el país se incrementó un 37,5% durante el tercer trimestre de 2012 con relación al mismo período del año pasado. Y en ese incremento, los medicamentos del sistema nervioso fueron los que más demandas tuvieron.
El informe confirma algo que médicos y farmacéuticos conocen muy bien: el consumo y venta de los psicofármacos crece de manera acelerada en el país, y La Plata no es la excepción. Ansiolíticos y antidepresivos están en la lista de los medicamentos de mayor demanda, y preocupa el incremento de consumo en personas cada vez más jóvenes.
En el tercer trimestre de 2012, revela el informe, los medicamentos de mayor facturación fueron los del sistema nervioso con 913 millones de pesos, seguidos por los destinados al aparato digestivo y metabolismo con 839 millones, los medicamentos del aparato cardiovascular con 821 millones, y los antineoplásicos e inmunomoduladores con 806 millones de pesos. Estos cuatro grupos de medicamentos concentraron el 56,5% de la facturación total.
PARA TODO
Una pastilla para dormir, otra para alejar la tristeza, una más para evitar la ansiedad o calmar los nervios y una última para no tener miedo. Todas las soluciones con una pastilla. Según el pisquiatra local Ernesto Dabone, el motivo de esta demanda “hay que buscarlo en la sociedad. Se vive de manera ansiosa y con una carga violenta que dispara todo tipo de fobias y temores. Ante ese cuadro general, es casi lógico que los medicamentos del sistema nervioso sean los que más se vendan”.
Según el experto, otra de las razones de esta tendencia es que actualmente existe más acceso a los psicofármacos y muchos medicamentos “se consigue sin recetas. Hoy día hay una cultura donde la gente cree que el Alplax o el Rivotril sirven para dormir, pero en realidad son ansiolíticos. No se consulta al médico y los que recetan, muchas veces, no son especialistas en el tema. Hay personas que consumen hace mucho tiempo. Les recetan una vez, y se transforma en un proceso de tipo adictivo. Son adictos a las pastillas para dormir, por ejemplo, pero no lo asumen y siguen repitiendo esa conducta como si nada”.
Las palabras de Dabone no son caprichosas: según estudios realizados por la Universidad Maimónides y el Instituto Argentino de Atención Farmacéutica, la publicidad de medicamentos incita a la automedicación o al mal uso de fármacos, problemas que se cobran en la Argentina unas 21.800 vidas por año.
Desde la Escuela de Farmacia y Bioquímica de la Universidad Maimónides se precisó que de las 21.800 muertes, el 50% corresponde a la polifarmacia (tomar simultáneamente seis medicamentos o más), que en general afecta en los mayores de 65. “Esto sucede porque el paciente toma un medicamento que inhibe o potencia la acción de otro, los médicos no se conectan entre sí, o no hacen las preguntas adecuadas al prescribir”.
Un 30% corresponde a la automedicación, “básicamente con medicamentos de venta libre (OTC en la terminología anglosajona), y también antibióticos, colirios, y psicofármacos”. De hecho, en la Argentina, según datos aportados por los hacedores del estudio, “tres de cada cuatro argentinos se automedican”.
El problema se agrava si se tiene en cuenta que el mal uso de medicamentos provoca 100 mil internaciones por año.
Relevamientos del Indec y de la Sedronar, de hecho, arrojaron que más del 10% de las personas de entre 16 y 65 años, el 8% de los universitarios y el 4,4% de los estudiantes secundarios usan sedantes o estimulantes sin ninguna prescripción médica.
“Hay una mala costumbre de automedicarse”
“Los datos oficiales son ciertos. En mi farmacia noto que las ventas de medicamentos crecieron. Y el tema puede relacionarse con la mala costumbre de automedicarse que existe en el país desde hace años”.