Medicamentos: ¿cómo sustituir importaciones?

Por Mario Barletta PRESIDENTE DEL COMITE NACIONAL DE LA UNION CIVICARADICAL (UCR)

Salud para todos implica remedios para todos. En un tema tan fundamental, cuanto menos dependamos de las importaciones, mejor. Pero, ¿qué está pasando con la producción de medicamentos en la Argentina?

 

 Según un informe de la Cámara Industrial de Laboratorios Farmacéuticos Argentinos, en los últimos 11 años los medicamentos importados en nuestro país crecieron aproximadamente 4,5 veces. Y corresponden a los medicamentos de enfermedades crónicas, que son los más caros y que conforman un mercado cautivo para sus proveedores. Entonces, ¿dónde está el “modelo productivo de matriz diversificada y sustitución de importaciones” del que habla la Presidenta? Esta situación evidencia que el gobierno no se ocupa del desarrollo de una industrialización que realmente sustituya importaciones y agregue valor a nuestros productos. Es decir, se sigue apostando a la dependencia externa en un área clave como la salud y no a propiciar una estrategia de producción nacional.
Una de las consecuencias de no haber desarrollado una mayor industrialización es que el país compra medicamentos (protegidos bajo patente) a precios mucho más caros y en su gran mayoría con plata del Estado (o sea de todos nosotros) .
Pero, ¿es posible otro camino? Como rector de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y miembro del directorio del Conicet, una prioridad era articular a la educación y la ciencia con la producción, para que los desarrollos científicos sustituyan importaciones. Veamos solo un ejemplo.
Desde el año 2002, un equipo de investigadores de la Facultad de Ingeniería Química de la UNL liderados por el Ing. Luis Mina, comienza a desarrollar celulosa microcristalina a partir de la pelusa de la semilla del algodón (linters), uno de los excipientes -sustancia que le da forma y volumen- más utilizados en la fabricación de la mayoría de los medicamentos.
Siete años más tarde, la asociación con una entidad financiera (Banco Santander) que aporta el capital de riesgo, permite concluir el proceso y formular un sólido plan de negocios. Posteriormente el grupo Vicentín, referente de la industria del algodón, construye una planta para producirlo a gran escala.
La gran noticia es que actualmente, la instalación comienza la producción de unas 600 toneladas anuales para abastecer el 30% de la demanda nacional.
Este insumo farmacéutico que se importa, ahora se producirá acá y muy pronto también se podrá exportar.
Argentina tiene todo lo necesario para estar mejor. Tenemos excelentes científicos, laboratorios de primer nivel y prestigiosas universidades. Y también tenemos numerosos empresarios con gran sentido emprendedor que quieren producir más y en mejores condiciones de competitividad. Esto demuestra que estamos desaprovechando una oportunidad. Y que el ejemplo citado puede multiplicarse por cientos.
Nuestro país para producir medicamentos necesita asociar ciencia y tecnología con la producción. Esto hace posible generar verdaderas innovaciones que aumenten el valor agregado de la producción, sustituir importaciones, ser más competitivos, abaratar costos y dar mano de obra para disminuir la desocupación

Clarín” 6-06-12