Por Farm. Mario Dellamaggiora
(mdellamaggiora@colfarma.org.ar)
La historia enseña que aquellas organizaciones que pierden o minimizan su valor social tienden desaparecer como tal, y a ser reemplazadas por otras estructuras, que depojandose de los errores de sus antecesores recrean una nueva visión mas apetecible hacia la sociedad que las hace crecer invadiendo el espacio vacio aún cuando esa visión no sea mas que un espejismo que a corto o mediano plazo se diluye , mostrando sus verdaderas intenciones…. Ese momento es demasiado tarde.
El sector farmacéutico transita una etapa de disputa entre dos modelos nitidamente diferenciados, uno el de la farmacia comunitaria, , y otra netamente comercial y concentrador que se rige mas por las leyes del mercado, carente de una visión sanitaria y con un poder económico capaz de imponer una supremacía desplazando peligrosamente al modelo que incluye a mayor parte de nuestros colegas, este ultimo resultó exitoso en muchos países, y en algunos lugares del nuestro, caso en CABA.
Hoy la salud transita hacia un nuevo paradigma, la APS , aunque muy difundida, poco aplicada en la practica,.es en este esquema sanitario donde se puede proyectar la figura del farmacéutico, atento a que es de por sí el profesional de la salud mas cercano a la gente condición que le permite interactuar con ella de una manera fluida y eficaz, que nos convierte en el primer eslabon de esta estrategia sanitaria, que permitirá sin duda recuperar aquel liderazgo social.
En nuestra provincia contamos con herramientas que bien utilizadas, nos permiten consolidar este modelo sanitario, me refiero a LA RED DE SANITARIA DE FARMACIA, mas allá de llevar a cabo la tarea para la que hemos sido formado, que no termina en asegurar la excelencia en la administración del medicamento, sino que tiene que ver con un rol sanitario mas amplio, que es la de preservar la salud de la comunidad desde nuestras oficinas farmacéuticas convirtiendo las en verdaderas trincheras distribuidas capilarmente en todo el territorio como ninguna otra red lo pueda lograr, haciendo de esta estructura imprescindible a la hora de llevar políticas sanitarias eficiente y sustentables.
Claro esta que esta fortaleza se ve amenazada por fuerzas que poco tienen que ver con un objetivo sanitario, sino mas bien con uno netamente económico que avanza por sobre nuestras estructuras individuales y colectivas de manera harto peligrosa que tiende a romper no solo con la red sanitaria sino también con nuestra propia subsistencia, esta realidad debe ser por todos conocida de manera tal que con el trabajo mancomunado de todos los colegas y sus instituciones podamos desarrollar las estrategias necesarias a fin de poder afianzar nuestra profesión no solo en el sector sanitario, sino también en el mercado farmacéutico .