“Tenemos confianza en el farmacéutico que nos da la medicina para curarnos” (Carta encíclica Lumen Fidei, Papa Francisco, 2013)
Los Servicios Farmacéuticos (SF) se definen como el conjunto de acciones continuas que brinda el profesional Farmacéutico integrado al sistema de salud, basado en Atención Primaria de la Salud (APS) que buscan garantizar la atención integral, integrada y continúa a las necesidades y problemas de la salud de la población tanto individual como colectiva, teniendo el medicamento como uno de los elementos esenciales, y contribuyendo a su acceso seguro y su uso racional, para lograr un máximo de inclusión y cobertura de salud, mejorando la calidad de vida de la población en relación con su ambiente.
Destacamos esta visión, rol y compromiso donde el farmacéutico, como activo profesional sanitario, participe en todos aquellos ámbitos en los que esté presente el medicamento y otros productos para la salud; resaltamos la necesidad de predisponernos y disponernos a la acción, con una mente abierta al conocimiento, actualización, aprendizaje y a la adaptación, tan necesarios para adecuarnos a los cambios, y así ampliar nuestro horizonte.
En este sentido uno de los objetivos estratégicos es consolidar el Modelo de Oficina de Farmacia basado en brindar asistencia sanitaria profesionaliza como unidad de atención primaria de la salud (APS), que en la Provincia de Buenos Aires se distribuyen en toda su amplitud geográfica sin importar si son grandes ciudades o pequeños poblados.
Ahora, ante avances del “Modelo Mercantilista” contrapuesto al que defendemos, resulta necesario consolidar este Modelo Sanitarista y Profesional, y conformar las Oficinas de Farmacias en redes de unidades logísticas y así ser reconocidas como Centros de Salud, con todo el desarrollo y promoción de sus SF integrados al sistema de salud. Esta necesidad implica visibilizar un cambio de paradigma basado en alianzas, reglamentaciones y políticas estratégicas que, planificadas, amplíen y reconozcan este rol y capacidades, maximizando el acceso a la salud y la disponibilidad del recurso para el individuo y la comunidad; estableciendo acciones de educación en hábitos saludables y en procesos farmacoterapéuticos con foco en la promoción, protección y recuperación de salud.
Este cambio de paradigma prioriza la Salud Publica en oposición al modelo mercantilista de la “Farmacia – Kiosco – Polirrubro” que fomentan ciertos grupos económicos corporizados en cadeneras con fuerte presencia en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires y que fuerzan para ingresar a la Provincia de Buenos Aires, incumpliendo reglamentaciones vigentes y el objetivo real que debe expresarse en la Oficina de Farmacia.
Nuestro modelo a sostener, y ampliar, es el de la Farmacia como unidad Sanitaria y Profesional que da respuesta a necesidades y requerimientos de las personas, familias y comunidad en relación a su salud, su calidad de vida y a su ambiente. Es en el ámbito de la Farmacia Sanitarista y Profesionalizada donde se puede asegurar el uso seguro y racional de los medicamentos, constituyéndose en una planta logística de suministro de recursos y acciones para la salud; en un centro tanto de información y vigilancia, de promoción de programas de educación y mitigación de riesgos; como de detección de eventos adversos, toxicológicos y problemas relacionados con los medicamentos (PRM).
Es en las Farmacia donde se accede al recurso e insumo preventivo o terapéutico, seguro y de calidad, y donde pueden desarrollare de los medicamentos magistrales para una respuesta terapéutica individual. Los colegas, las Filiales, el Colegio Central y la Confederación Farmacéutica, todos unidos en las acciones para lograr perseverar en este objetivo basal, permitirá proyectar las alianzas estratégicas para la construcción de políticas públicas farmacéuticas que fortalezcan el sostenimiento del modelo sanitario de la Oficina de Farmacia, renovada, protagónica e integrada en los procesos y al sistema de salud.
Por otro lado y contrapuesto esta el otro modelo el de la “Farmacia Mercantilista”, que se instala únicamente en lugares de altos flujos o densidades poblacionales, en él se promueve la automedicación y el consumo de medicamentos para lograr un máximo de ganancias, en él no se preparan recetas magistrales, en el no se cubren todas las necesidades asociadas a los SF. Dentro de este modelo de “Farmacias Mercantilizadas” vemos que se confunden medicamentos con golosinas, esta relación asociativa resulta críticamente peligrosa y constituye riesgo sanitario, que subliminalmente fomenta la automedicación y el uso no seguro e irracional de los medicamentos, que en definitiva es contrario al cuidado de la salud, ya que provoca un aumento en los PRM, internaciones, intoxicaciones y daños a la salud. Esta confusión se da en aquellas cadenas de “Farmacias Polirrubro”, del modelo mercantilista, que ofrecen golosinas como si fueran kioscos contrapuesto a lo que debe ser, un centro de salud de promoción y recuperación de salud.
Debemos promover en todos los ámbitos de acción la defensa irrestricta de un modelo de Farmacia Sanitarista y Profesional, dispuesta en redes de unidades de salud y atención primaria (APS), con prestación de SF basados en APS e integrados al sistema de salud; y hacemos un llamado a los Legisladores, Autoridades Gubernamentales, al Poder Judicial, Ministerios de Salud, Ministerio de Educación, Academias, Universidades, Colegios Profesionales, Profesionales de Salud, sanitaristas, líderes de opinión, a la comunidad, a instalar plenamente una Oficina de Farmacia Sanitarista basado en estos lineamientos guías de la OPS y la OMS. Así priorizamos ante todo la Salud Pública. En este sentido expreso mi total acuerdo con la Res. 1632/13 del Ministerio de Salud de la Nación, mi total apoyo a los colegas dirigentes del Colegio de Farmacéuticos de la Provincia de Buenos Aires (CFPBA), en un accionar común, decididamente defienden y promueven el cambio hacia la consolidación definitiva de un modelo sanitarista de la farmacia como unidad de salud, que posibilite una mayor cercanía y cobertura universal y focalizada de SF en cada barrio, en cada ciudad, en cada provincia, cerca de las personas.
Cada Oficina de Farmacia de la Provincia, como de nuestro país, debe considerarse como una unidad logística de suministro acciones, insumos y recursos sanitarios, y dentro de este modelo todos los medicamentos deben dispensarse en la farmacia, bajo responsabilidad profesional del farmacéutico. Esto, sin duda mejorará el acceso a la salud y resultará un beneficio directo en los determinantes e indicadores higiénico-sanitarios-ambientales, posibilitando alcanzar un máximo de cobertura y una mejor calidad de vida, por acciones de promoción, prevención y recuperación de la salud.
Por esto considero que el “Modelo Mercantilista” responde a un interés económico particular de un negocio empresario, contrario a un modelo sanitarista y a la construcción y promoción de Salud Pública ¿Sanitarismo o Mercantilismo? dos modelos en pugna, desde nuestra formación profesional promovemos en todos los ámbitos la defensa del modelo de Farmacia Sanitarista, Profesional e integrado al Sistema de Salud.
Este modelo posibilita el desarrollo de las fórmulas magistrales, homeopáticas, fitoterápicas; y suministrar los recursos, como los medicamentos -un bien social-, dentro de una cadena regulada para gestionar tratamientos farmacoterapéuticos tanto para prevenir y diagnosticar enfermedades como para recuperar la salud y una mejor calidad de vida.
En este contexto reconocemos como foco al enfermo, los individuos, la comunidad y el ambiente. Ahora, estos recursos están siempre accesibles y disponibles en toda la extensión geográfica solo en el Modelo Sanitarista de la Oficina de Farmacia. La Dirigencia del CFPBA, y de sus filiales, los colegas, en sintonía con el resto de los Colegios Provinciales, la COFA, el Ministerio de Salud de la Nación, la FIP, la OPS y la OMS, todos están alineados, en la sólida defensa del Modelo Sanitarista contrapuesto al de “Farmacia-Mercantilista Kiosco-Polirrubro”. Construyamos una política farmacéutica focalizada a esta visión y misión, a este objetivo común, guiados por el liderazgo de los colegas Dirigentes.
Finalmente destaco la importancia del accionar constante de la Presidencia y del Consejo Directivo del CFPBA, de sus comisiones y filiales, que desde la participación activa y abierta a los colegas, y desde la diversidad y pluralidad de opiniones, confluyen luego en la unidad de acción, en un pensamiento y acción común para construir y consolidar todos los aspectos que como objetivo y horizonte invariable debemos trazarnos desde lo político-gremial para nuestra profesión farmacéutica, que no es otro que hacer foco en fortalecer y ampliar todos nuestros campos de acción e incumbencias, utilizando día a día, ladrillo a ladrillo, todos los recursos con eficacia y eficiencia desde el lugar que nos toca desenvolvernos, e interactuar con la comunidad para sinergizar, apalancar, comunicar y visibilizar la importancia de la presencia de la Oficina de Farmacia Sanitarista, y que por ella se dispensen y suministren logísticamente todos los medicamentos más otros productos para la salud, este es un pilar que debemos hacer cumplir, ya que así lo establecen las reglamentaciones vigentes y la cadena regulada, bajo vigilancia y fiscalización.
En este sentido, y ante avances de otros sectores e intereses, debemos hacer todos nuestros esfuerzos para inhibir tanto la instauración del modelo de “Farmacias Mercantilistas Kiosco-Polirrubro” como la entrega directa del medicamento desde el laboratorio al paciente o de la distribuidora/droguería al paciente. Todos los medicamentos deben pasar por la Farmacia Profesional. Hacer cumplir estos requisitos mínimos garantizarán que la Oficina de Farmacia Sanitarista se integre al sistema de salud, con adaptabilidad, sustentabilidad y supervivencia.
La Constitución Nacional y Provincial, Leyes Nacionales y Provinciales más otras reglamentaciones, sumado al reciente fallo de la Justicia a nivel provincial, protegen el Derecho de acceder a la Salud, estableciendo un respaldo institucional y jurídico a un horizonte de máxima cobertura, que confluyendo en el hacer de políticas farmacéuticas, evitarán la conformación de grupos económicos y monopolios dominantes que configurados y corporizados en una cadena empresarial de “Farmacias Kiosco-Polirrubro”, mercantilizan la salud, atentando contra la accesibilidad de los recursos para un máximo de salud y gozo de este Derecho.
Damián Pablo Ballester
Farmacéutico MPCFPBA: 16853