En los dos últimos años, 160 farmacias de la Capital provincial tuvieron que cerrar sus puertas porque los números no les daban. Además, otras 40 de la provincia corrieron la misma suerte, según una estimación realizada por el Colegio de Farmacéuticos de la Provincia de Córdoba. El motivo del cierre: la demora en el pago de las obras sociales y prepagas.
“Cuando la farmacia compra el medicamento tiene siete días para pagarle a las droguerías. Se la entrega al afiliado pero recién recupera lo invertido en un plazo que va de uno a tres meses, según la situación de cada prepaga”, explicaron fuentes del Colegio.
En la provincia existen alrededor de 2.080 farmacias, de las cuales 1.800 están nucleadas en la entidad. El Colegio calculó que un 10 por ciento de ellas tuvo que cerrar sus puertas por motivos económicos. En abril de este año, la entidad reclamó a la Administración Provincial del Seguro de la Salud (Apross) para que la obra social estatal acorte los plazos de pago por medicamento. En ese momento, la demora en el recupero era de 90 a 130 días.
“Ahora la situación está mucho mejor. Apross paga a los 40 días. Pero creemos que es una situación del momento. En cualquier momento puede complicarse”, agregaron. En el momento de la mayor pulseada, las farmacias amenazaron con cortar el servicio a afiliados de la obra social provincial.
Para autoridades de la entidad, la situación se complica en las pequeñas y medianas farmacias, ya que éstas corren riesgo de desfinanciarse. Germán Daniele, titular del Colegio de Farmacéuticos, explicó que la demora en los pagos de la Apross, entre otras cosas, los está perjudicando.
“La situación es complicada. La industria farmacéutica firma convenios con obras sociales como la Apross. Además, por disposición de Guillermo Moreno (secretario de Comercio de la Nación), los precios de los medicamentos no pueden aumentar. Con lo cual la rentabilidad de las farmacias va disminuyendo. Y hay muchas que están en riesgo”, opinó.