Volvieron a circular rumores de una reforma del sistema de salud, que afectaría una caja de $ 40.000 millones al año.Expertos en la interpretación de señales políticas, los dirigentes sindicales se perturbaron especialmente el pasado viernes 1° durante la inauguración del período de sesiones ordinarias del Congreso. En su discurso, Cristina Kirchner mencionó dos veces por su nombre y apellido al titular del PAMI Luciano Di Césare: el funcionario es insistentemente apuntado como el ideólogo de una reestructuración del sistema de salud que afectaría a las obras sociales.
Un detalle: en ese discurso la Presidenta no nombró ni una sola vez a ninguno de sus ministros más importantes.
La mención de Di Césare, según la interpretación de jefes sindicales, revela que el funcionario tiene un trato cercano con la Presidenta. Justo en estos días los sindicalistas se encuentran en estado de alerta por la posibilidad de que la Casa Rosada finalmente se decida a avanzar con un proyecto atribuido a Di Césare y que básicamente consiste en la estatización de la millonaria caja de las obras sociales sindicales y la creación de un sistema integrado de salud en el que las obras sociales pasarían a ser simples proveedoras.
“Con la plata de las obras sociales se pretende darle cobertura de salud a todo el mundo”, se lamentó el jefe del sindicato de Luz y Fuerza, Oscar Lescano. Y advirtió: “Si el Gobierno quiere llevar adelante un plan de salud con la plata de nuestros trabajadores habrá un quilombo de órdago”.
Lescano integra la CGT oficialista. Hasta ahora, esa central sindical mantiene su alianza con la administración K pese a que sigue sin obtener respuesta a su agenda de demandas.
“Todo cambiará si van por las obras sociales. Ese es un límite que nadie aceptará”, dijeron en un gremio de excelente llegada a la Casa Rosada.
Según los últimos datos disponibles, las obras sociales sindicales administran alrededor de 40.000 millones de pesos por año.
En las últimas semanas, Di Césare fue a visitar por separado a jefes de diferentes sindicatos. Ya estuvo, según dijeron a Clarín, con Lescano, con el jefe de Sanidad, Carlos West Ocampo, el metalúrgico Antonio Caló y el taxista Omar Viviani. En esos encuentros el director del PAMI no dijo ni pío de su propuesta para reformar el sistema de obras sociales.
De lo que sí habló es de otra propuesta suya: la de how much clomid to take crear un “seguro de enfermedades catastróficas” que serviría para cubrir los tratamientos de alta complejidad.
“Le rechazamos la propuesta. En realidad lo que quieren es quedarse con la plata que recauda la Superintendencia de Servicios de Salud para tratamientos costosos”, confió un sindicalista.
A diferencia de muchos de sus colegas, ese dirigente de la CGT oficialista considera “inviable” que el Gobierno avance este año con una reforma en el sistema de obras sociales.
“Es año de elecciones, tendrían un costo muy alto”, dijo ese sindicalista.
El opositor Luis Barrionuevo coincidió: “Aunque quieran, no van a poder hacerlo”.