Médicos griegos y romanos asociaban la demencia con la vejez. Hubo que esperar a 1901 cuando el psiquiatra alemán Alois Alzhéimer identificó el primer caso de lo que se conoce hoy como enfermedad de Alzhéimer, en una mujer de 50 años de edad, a quien llamó Auguste D. Alzhéimer.
El mal de Alzhéimer es una forma de demencia que afecta la memoria, el pensamiento y el comportamiento. Si bien se desconoce la causa del mal, descubrieron ciertos cambios en el cerebro como pérdida de neuronas y sinapsis en la corteza cerebral y otras zonas. Esa pérdida lleva a una atrofia de las regiones afectadas.
Usted está más propenso a padecer el mal de Alzhéimer si es mayor; tiene un paciente cosanguíneo cercano, como un hermano, hermana o padre con la enfermedad; tiene ciertos genes ligados al mal; es mujer; tiene colesterol alto y sufrió traumatismo craneal.
Los síntomas tempranos del mal de Alzhéimer abarcan perderse en rutas familiares, tener dificultad para encontrar el nombre de objetos familiares, extraviar artículos, perder interés en actividades que previamente disfrutaba, no poder realizar tareas que exijan pensar poco pero que solían ser fáciles.
Aunque no existe una forma comprobada de prevenir el mal de Alzhéimer (tampoco tiene cura), existen algunas medidas que pueden ayudar, como mantener una dieta baja en grasa y consumir alimentos ricos en omega 3, hacer ejercicio físico y permanecer activo mental y socialmente.