Gripe: comienza la temporada de vacunas

462bdfc390bba6e992e6f5c00dc0f607691f7caaEl Ministerio de Salud recibió la primera entrega de vacunas antigripales y comenzó la distribución en todas las provincias. Aconsejan inmunizarse en otoño para que el organismo desarrolle anticuerpos antes del “pico de enfermedades respiratorias”.

Para prevenir las enfermedades respiratorias del invierno, el Estado nacional adquirió más de 7 millones de dosis de vacunas, que son obligatorias y gratuitas para las personas que mayor riesgo tienen de enfermar entre las que se cuentan el personal de salud, las embarazadas, los menores de 2 años, los niños y adultos con enfermedades crónicas, y los adultos mayores.

La gripe o influenza es una enfermedad altamente contagiosa y potencialmente grave, por eso es necesario que todos concurran a vacunarse durante el otoño.

A poco de finalizar el verano, el Ministro de Salud de la Nación, Juan Manzur, recibió la primera entrega de vacunas antigripales, e inmediatamente comenzará su distribución entre todas las provincias para aplicarlas en forma oportuna, gratuita y obligatoria a personas comprendidas en los grupos de riesgo para así prevenir una enfermedad que, en el invierno del hemisferio norte, se presentó con particular virulencia.

De esta forma, el Ministerio de Salud de la Nación se apresta a poner en marcha la vacunación antigripal que, por cuarto año consecutivo, arranca antes de culminar el verano, tras la pandemia de Gripe A (H1N1) que afectó a la Argentina y al resto del mundo en 2009. La medida adquiere una gran relevancia si se tiene en cuenta el impacto que tuvieron las enfermedades respiratorias en el norte del continente –especialmente en los Estados Unidos– durante la última temporada invernal.

Según datos del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC), la actividad del virus de la influenza en ese país persiste elevada aunque experimenta descensos en algunas áreas. Del total de las hospitalizaciones asociadas a la enfermedad, más del 50% de los internados correspondieron a mayores de 65 años (98% por influenza H3 y 2% H1N1).

En rigor, Manzur recibió la primera parte de un total de5.633.000 dosis de vacuna para adultos y otras 1.600.000 dosis en su versión pediátrica, que fueron adquiridas por la cartera a su cargo a un consorcio integrado por laboratorios nacionales y extranjeros que la produjeron por primera en nuestro país. Este año, la formulación de la vacuna contiene las cepas de Influenza A (H1N1), A (H3N2) y B –idénticas a las que circularon recientemente en el hemisferio norte–, siendo las dos últimas diferentes a las que incluyó la vacuna aplicada en 2012.

Las vacunas serán distribuidas entre los vacunatorios y hospitales públicos de todas las provincias del país, donde estarán disponibles para ser aplicadas en forma gratuita y obligatoria entre el personal de salud; las embarazadas y puérperas; los menores de 2 años; los niños y adultos de entre 2 y 64 años que padezcan enfermedades crónicas y los adultos mayores, sin necesidad de prescripción médica (con excepción de los inmunodeprimidos que sí necesitarán la receta).

Para estar debidamente protegidos es necesario que durante el otoño las personas comprendidas en los grupos de riesgo se acerquen a los hospitales y vacunatorios a aplicárselas, pues está comprobado que el organismo tarda entre 15 y 20 días en desarrollar los anticuerpos tras recibir la inmunización.

Desde 2009 –año en que se produjo la pandemia por la Gripe A– al 2012 se evidenció un descenso en la notificación de enfermedades tipo influenza (ETI).

En 2012 se registraron un 28,3% menos de casos que en 2009. De acuerdo a los registros del Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud (SNSV) de la cartera sanitaria nacional en 2012, se registraron 451.818 casos menos que en 2009.

Estimaciones de la cartera sanitaria nacional indican que en los últimos tres años se produjeron 160 muertes menos de personas mayores de 65 años a causa de la Influenza y 130 muertes menos de menores de 5 años por la misma causa.

Además, los casos de ETI se presentaron en forma distribuida a lo largo del año, a diferencia de lo ocurrido durante la pandemia, cuando se concentraron todos en un período corto de tiempo superando la capacidad de respuesta del sistema de salud.

Si bien el pico de la enfermedades respiratorias llegará con el invierno, es importante que quienes forman parte de los grupos de riesgo se acerquen a aplicarse la vacuna durante el otoño, y aun cuando haya entrado el invierno; porque esa es la mejor manera de generar el “efecto rebaño”, que significa que cuanto más gente esté vacunada, menores son los riesgos de enfermar de toda la población y más las posibilidades de estar sanos.

Quiénes deben vacunarse

La población objetivo para este año está conformada por los trabajadores de la salud; embarazadas en cualquier trimestre de la gestación; madres con niños de hasta 6 meses de vida; todos los menores entre los 6 meses y los 2 años, independientemente de los factores de riesgo; y adultos mayores a partir de los 65 años, que no cuenten con cobertura social.

También serán inmunizadas las personas comprendidas entre los 2 años y los 64 inclusive sin cobertura social, que padezcan enfermedades respiratorias o cardíacas; inmunodeficiencias congénitas o adquiridas (como infección por VIH); pacientes oncohematológicos y trasplantados; obesos y diabéticos, entre otros. Para recibir la vacuna antigripal, quienes estén incluidos en este grupo deberán presentar orden médica.

Características de la vacuna

La vacuna antigripal previene las enfermedades por influenza y se aplica una vez al año. En 2013, la formulación de la vacuna contiene las cepas de influenza A (H1N1), A (H3N2) y B –idénticas a las que circularon recientemente en el hemisferio norte–, siendo las dos últimas diferentes a las que incluyó la vacuna aplicada en 2012.

Mitos y verdades sobre la vacuna de la gripe

“Como me vacuné el año pasado, estoy cubierto”. Falso. La vacuna antigripal se recibe anualmente, ya que los virus de la gripe en circulación cambian año a año y, en función de ello, la composición de la vacuna. La decisión de incluir variantes en la inmunización cada año se toma mucho antes de la estación donde se produce la gripe. A partir de allí, una nueva variante puede surgir o una cepa vieja puede volver, como ha ocurrido este año en Estados Unidos con el tipo B del virus de la gripe.

“La vacuna causa la gripe”. Falso. Hay dos tipos de licencias para vacunas: una inactivada, hecha con el virus muerto y otra preparada con el virus vivo “atenuado”. Ninguno es capaz de reproducirse en el cuerpo humano. Aquellos que dicen que se enfermaron luego de vacunarse, lo más probable es que ya estuvieran infectados o que desarrollaron otra infección viral que no tiene relación con la gripe.

“Soy alérgico al huevo”. Falso. No es una razón para no vacunarse. Ya que si bien la vacuna se prepara en huevos, sólo aquellos con una reacción anafiláctica severa a los huevos deben evitar la vacuna. Basada en evidencia reciente, la vacuna es segura para aquellos con reacciones más leves.

“Estoy embarazada o tengo una enfermedad crónica o vivo con alguien cuyo sistema inmune está comprometido, no puedo

recibir la vacuna”. Falso. Por el contrario, estas personas son quienes tienen más razones para recibir la vacuna, ya que enfrentan un mayor riesgo de enfermar y tener complicaciones.

“Yo nunca tengo gripe, por eso no me vacuno”. Falso. Si bien algunas personas infectadas pueden no desarrollar los síntomas típicos de la gripe (fiebre, tos, dolor muscular o corporal, dolor de garganta, dolor de cabeza, fatiga, resfrío o congestión), igual pueden transmitir el virus a otros en la casa, la escuela o el trabajo.

Fuente: http://www.infobae.com