La expectativa de vida creció en el país más de 3 años desde 1990

BBLa expectativa de vida para mujeres y hombres en Argentina mejoró, en promedio, 3,3 años desde 1990 a 2013, según un estudio global liderado por científicos del Instituto para la Medición y Evaluación de la Salud, un centro independiente de investigación de la Universidad de Washington, en Estados Unidos.

Se redujeron las muertes por complicaciones derivadas de nacimientos prematuros y por infartos (aunque continúan siendo la principal causa de fallecimientos), entre otros cambios que se informaron en el trabajo que se publicó en la revista The Lancet.

Los investigadores analizaron información de 188 países. Se estimó que la expectativa de vida para las mujeres argentinas fue de 79,6 años en 2013, mientras que para los hombres era 72,3 años. En cambio, en el año 1990 las mujeres vivían un promedio 76,2 años y los hombres a 69 años. En el ranking general, la Argentina se ubicó en el lugar 59° para las mujeres y en el 71° para los hombres. Andorra y Qatar ocuparon los primeros lugares.

¿A qué se debe que la expectativa de vida en Argentina creció ? “Fue gracias a que hubo mejoras en el control de las complicaciones en nacimientos prematuros y de las infecciones en general a través de la vacunación. Esto impacta en las primeras etapas de la vida y hace que se mejore en el valor de la expectativa de vida. También hubo mejorías en el control de muchos cánceres y menor consumo de tabaco y más uso del cinturón de seguridad”, comentó Jaime Lazovski, del Ministerio de Salud de la Nación.

“Al mejorar en el control de infecciones, en la Argentina -como también ocurrió en Chile y Uruguay- han empezado a tener más peso las llamadas enfermedades de la abundancia, como los infartos, los ataques cerebrovasculares y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, más conocida como EPOC. De las 10 causas más frecuentes de muerte, sólo una es infecciosa: la neumonía”, contó a Clarín Luciano Sposato, neurólogo argentino de la Universidad de Western Ontario, en Canadá, que fue uno de los coautores del estudio internacional. También participaron los argentinos Cecilia Bahit, Mariano Coppola y Patricia Riccio.

“En las últimas décadas se lograron importantes progresos en la reducción de la mortalidad por varias enfermedades en la Argentina. Lo que refleja el éxito de algunas políticas sanitarias. Pero sabemos que aún hay una importante brecha entre las diferentes regiones del país y es un gran desafío”, consideró el neurólogo Sposato.

Además, agregó que “los resultados de que predominen las enfermedades de la abundancia no significan que en la Argentina no haya pobreza. Significan que el país sigue una tendencia mundial por la cual el mayor desarrollo económico trae como consecuencia cambios en la dieta (empeora en calidad y aumenta en cantidad de calorías) y en la actividad física que conducen a más infartos y ataques cerebrovasculares”.

Las enfermedades que predominan ahora son prevenibles, con alimentación saludable, más actividad física, dejar de fumar, reducir el consumo de alcohol, control del colesterol malo y de la presión arterial, entre otros factores.

A nivel mundial, el promedio de ganancia de años fue mayor que el promedio en la Argentina, y esto se debe que al peso que tienen países con grandes poblaciones donde mejoró el control de infecciones, como la India o China.

“En el caso de Argentina, se encuentra en una etapa en la que para ganar más años en la expectativa de vida se deberán realizar esfuerzos mayores que los realizados hasta ahora. Porque habrá que prevenir y tratar mejor las enfermedades no transmisible, como las cerebro-cardiovasculares, la diabetes, la hipertensión y las demencias, como la enfermedad de Alzheimer”, opinó Sposato.En el país, según el trabajo publicado en The Lancet, las muertes por neumonías aumentaron el 178% entre 1990 y 2013, y por EPOC crecieron 109 por ciento. En tanto, la mortalidad por enfermedad de Alzheimer aumentó 101% entre esos años.

Sin embargo, las estadísticas oficiales del Ministerio de Salud de la Nación señalan un aumento menor. Según la investigadora Bahit la diferencia se debería a que “el estudio asumió que hay una sistemática subclasificacion de la enfermedad de Alzheimer como causa de muerte. En países de medianos y bajos ingresos, hay menos registro de Alzheimer como causa de muerte”.

Fuente: Clarín