En Argentina durante 2013 se expendieron alrededor de 200 millones de unidades de venta libre en sus diferentes presentaciones (blisters/frascos/cajas) pese a los graves riesgos que implican para la salud y que han sido confirmados recientemente por informes científicos de Estados Unidos y Gran Bretaña, entre otros países.
Las cifras obtenidas por fuentes propias del Instituto de Estudios sobre Políticas de Salud, indican que los argentinos consumen por año un promedio de 5 envases de medicamentos de venta libre por año, en su mayoría influenciados por la publicidad de la industria farmacéutica que alienta la automedicación.
En Argentina un relevamiento realizado en la guardia de la División Toxicología del Hospital Fernández de la Ciudad de Buenos Aires, indico que durante 2011 se asistieron 3741 pacientes de los cuales el 11,5 por ciento de ellos, 430, correspondieron a intoxicaciones medicamentosas, siendo 125 casos originados por medicamentos de venta bajo receta archivada y los 305 restantes en su gran mayoría de medicamentos de venta libre, informó el Dr. Carlos Damin, jefe de la División Toxicología del mencionado centro asistencial porteño.
“Esto ubica a los medicamentos como la segunda causa de intoxicación por frecuencia en un hospital general de agudos, siendo la primera la intoxicación por bebidas alcohólicas, 1029 pacientes, la tercera el monóxido de carbono, 390 pacientes y la cuarta la cocaína, 290 pacientes”, detalló el facultativo del Hospital Fernández.
La Confederación Farmacéutica Argentina (COFA) indicó que una encuesta realizada por la entidad arrojó que el 82 por ciento de los entrevistados utilizaba medicamentos de venta libre y la mitad desconocía sus efectos adversos que pueden provocar en combinación con otras drogas. “La sociedad argentina tiene una preocupante cultura del autoconsumo de medicamentos sin control profesional”, señaló la COFA.
“Alrededor del 11 por ciento de todos los casos de insuficiencia renal terminal son atribuidos al consumo de analgésicos y el 40 por ciento de los casos de hemorragia digestiva alta son atribuibles al consumo de aspirina y al resto de los antiinflamatorios no esteroides”, indicó la Confederación Farmacéutica Argentina.
Federico Tobar, Director del Centro de Estudios en Gestión y Economía de la Salud de la Facultad de Ciencias Económicas, recordó que en 2001, los medicamentos de venta libre representaban el 14% del total de venta. En 2008 el porcentaje había ascendido al 26,6 por ciento, es decir casi el doble en apenas siete años.
“Si se quiere ir a cifras concretas (y mucho más impactantes), hay que decir que hace ocho años se vendieron en la Argentina 49.927.061 unidades (blisters, cajas y frascos) de remedios de venta libre, mientras que en 2008 las unidades fueron 133.500.296, por lo que la venta de estas unidades tuvo un aumento del 167% en siete años”, comparó Tobar.
El IEPS en su actualización de 2013, destaca que uno de cada 3 fármacos vendidos en Argentina es de venta libre, sin control de los profesionales de salud. El total del mercado farmacéutico es de 650 millones de unidades y más de 200 millones son de venta libre.
Carlos Damin advirtió que “como sostiene un artículo publicado por la Primera Cátedra de Toxicología de la UBA, es innegable el impacto de la publicidad de los medicamentos en la conducta de los consumidores, y de allí los potenciales riesgos que representa para la salud de la población. La publicidad y promoción activa por los medios masivos de comunicación aumenta la automedicación irresponsable y el uso irracional de medicamentos. Los fármacos medicinales o medicamentos abandonan así su lugar de bien social, esencial para la salud pública y pasan a ser un bien de consumo”.
El INDEC precisó que la venta de analgésicos creció de 84.178.00 millones de pesos en el tercer trimestre de 2009 a 179.315 millones de pesos en igual período de 2013, calculado a precios de salida de laboratorio.
La Fundación Dolor en un estudio difundido a comienzos de 2013 reveló que el consumo de analgésicos es mayor entre las mujeres y en los grupos de 19 a 25 años y de 40 a 55 años. El informe precisó que ibuprofeno, ketoprofeno, diclofenac, paracetamol y aspirina lideraban el ranking de automedicación en Argentina.
El consumo de medicamentos de venta libre está potencializado por la exposición constante de las campañas publicitarias, que en su mayoría transmiten mensajes engañosos que ocultan información sobre sus efectos colaterales y eventuales riesgos.
Datos cruzados de distintos sondeos realizados por entidades profesionales y la Asociación Argentina de Propaganda Médica (AAPM) calcularon que 126 mil personas terminan hospitalizadas por año en la Argentina a causa de la automedicación.
Automedicación que es alentada por la profusión de avisos publicitarios que proliferan en los medios audiovisuales y en las marquesinas de los estaciones de subtes.
La AAPM denunció en agosto de 2013 ante la ANMAT el aumento de publicidades de medicamentos de venta libre para enfermedades de la temporada invernal.
El Senado argentino aprobó en diciembre de 2009 la Ley 26.567 que prohíbe la venta de medicamentos -incluso de venta libre- por fuera de las farmacias. O sea, está prohibido desde entonces el expendio en kioscos y supermercados. Y además el expendio debe ser por mostrador y no en góndolas al alcance del público. La mayoría de las provincias de Argentina adhirieron al nuevo régimen, pero en la Ciudad de Buenos Aires la ley de adhesión de la Legislatura porteña, fue vetada por el Jefe de Gobierno Mauricio Macri.
Ana María Giardelli, Jefa de Toxicología del Hospital de Interzonal Especializado en Pediatría “Sor María Ludovica” de ciudad de La Plata, advirtió que una encuesta realizada en su departamento arrojó que “el 70 de los consultados aceptaba haber consumido medicamentos por consejo de amigos, familiares, jefes, compañeros de trabajo, vecinos, entrenadores personales e innumerables personas más, todas ellas sin formación específica”.
Fuente: Instituto de Estudios sobre Políticas de Salud / InfoSalud