“Se malgastan 500 mil millones de dólares cada año en el mal uso de los medicamentos”

El Dr. Michel Buchmann presidente de la Federación Farmacéutica Internacional (FIP), entidad que representa a más de 3 millones de farmacéuticos en el mundo, llega a la Argentina para participar del XXI Congreso Farmacéutico Argentino, el Congreso de la Federación Panamericana de Farmacia y el Congreso de la Federación Sudamericana de Farmacia y anunciar aquí la elección de la ciudad de Buenos Aires como sede del Congreso Mundial de Farmacia que se realizará en el año 2016.

Buchmann brindará una conferencia de prensa el 30 de septiembre a las 12.30 hs. en el auditorio de la Confederación Farmacéutica Argentina –Av. Julio A. Roca 751 2° Piso, CABA- en la que se referirá al impacto que tiene el mal uso de los medicamentos a nivel económico y sanitario y la importancia que cobra en este contexto el rol profesional del farmacéutico.

Cuántos millones de personas podrían acceder a los medicamentos si los gobiernos, los sistemas sanitarios y la sociedad utilizaran los conocimientos de los farmacéuticos en todo su potencial para lograr un uso más efectivo de los tratamientos”. Un uso inadecuado de los medicamentos – tanto de prescripción como de venta libre – ya sea por incumplimiento terapéutico o, de un modo general, por un mal uso o abuso de los medicamentos, por una utilización no oportuna, por errores de medicación, por un uso subóptimo de los medicamentos genéricos o por una mala gestión de los enfermos polimedicados – tiene graves consecuencias sanitarias pero también en términos económicos, de gastos en salud. El IMS Institute estima que se podrían ahorrar 500 mil millones de dólares al año si se lograra un uso responsable de los medicamentos[1], lo que representa el 8% del gasto sanitario global.

Existe una extensa base de evidencia científica que documenta el impacto de la intervención de los farmacéuticos en ayudar a los pacientes a que hagan un uso responsible de los medicamentos. Para citar un ejemplo, un meta-análisis de 298 informes de investigación realizado en 2009 por la Organización Mundial de la Salud[2] demostró que la implicación de los farmacéuticos en la atención directa a los pacientes produjo mejores resultados terapéuticos y en términos de seguridad, cumplimiento terapéutico, conocimiento por parte de los pacientes y calidad de vida.

Un medicamento solo es una tecnología de salud si utilizado de un modo racional y responsable – de lo contrario, puede enmascarar, empeorar o no tratar adecuadamente los problemas de salud existentes o incluso producir nuevos problemas. El farmacéutico tiene un papel clave en orientar a los pacientes para que hagan un uso seguro y eficaz de los medicamentos, tanto los prescritos por un médico como los que no requieren una receta facultativa”.

Medicamentos Falsificados

Otra preocupación de la FIP es la grave amenaza que representan los medicamentos falsificados, es decir, medicamentos cuya identidad o procedencia se etiqueta incorrectamente de forma deliberada y fraudulenta. Según el Pharmaceutical Security Institute, Latinoamérica fue la segunda región del mundo donde se detectaron más casos de falsificación de medicamentos, con 381 incidentes registrados.[3] Asimismo, la Organización Mundial de la Salud estima que más del 50% de los medicamentos vendidos en Internet a nivel mundial a través de sitios web ilegales y que ocultan su dirección física son falsificados.[4]

En la Argentina, distorsiones de la dispensación por parte de la Seguridad Social y la medicina prepaga, como la entrega de medicamentos por correo o por otras vías ilegales han tenido como consecuencia casos conocidos como la “mafia de los medicamentos”, que afectó a enfermos oncológicos. Ha habido, además otros casos de adulteración y falsificación que provocaron decenas muertes y personas gravemente enfermas. En agosto de 1992, 25 personas murieron y una decena de personas resultó gravemente intoxicada por una partida de productos a base de propóleos que estaba contaminada con dietilenglicol.

En junio de 1997 se adulteraron lotes de medicamentos para el tratamiento del Parkinson, la epilepsia y la arterosclerosis. Un nuevo capítulo en la historia de la adulteración de medicamentos en la Argentina se escribió en mayo de 2005, cuando un suplemento de hierro Yectafer falsificado se cobró tres vidas.

Según el presidente de la FIP, “para lograr un uso responsable de los medicamentos y así obtener su máximo potencial, estos deben ser dispensados en una farmacia y por un farmacéutico o bajo su supervisión profesional.”

El XXI Congreso Farmacéutico Argentino, el XXI Congreso de la Federación Panamericana de Farmacia y el XVI Congreso de la Federación Farmacéutica Sudamericana se desarrollarán en la ciudad de Salta del 3 al 5 de octubre.

Referencias

[1] IMS Institute for Healthcare Informatics: http://www.responsibleuseofmedicines.org/

2 Organización Mundial de la Salud. Continuity and Change: Implementing the Third WHO Medicines Strategy 2008-2013. Ginebra, OMS, 2009.http://apps.who.int/medicinedocs/pdf/s16821e/s16821e_lo.pdf

http://www.psi-inc.org/spanish/geographicDistributions.cfm

http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs275/en/index.html