El arándano rojo, un fruto rojo de origen americano, ayuda a prevenir las infecciones urinarias recurrentes como la cistitis, que afecta a 1 de cada 7 mujeres, según las conclusiones de la I Reunión sobre Infección Urinaria e Incontinencia, organizada por el Hospital Santa Cristina, de Madrid. El coordinador del simposio, Juan Carlos Ruiz de la Roja, director del Instituto Urológico de Madrid, advierte que para que el cranberry sea eficaz en la prevención de las cistitis de repetición «debe dispensarse en forma de preparados farmacéuticos, con todas las garantías de calidad, y contener al menos 140 mg de proantocianidinas (PAC), que dificultan la adhesión de las bacterias al epitelio de las vías urinarias».
El arándano rojo americano ha demostrado su eficacia en la prevención de las infecciones urinarias en mujeres jóvenes y embarazadas, según una revisión de estudios realizada por el Hospital Universitario La Fe de Valencia y publicada en el número de octubre de la revista Actas Urológicas Españolas. La investigación concluye que en general «la fitoterapia es útil tanto en infecciones de orina como en la prostatitis crónica y en el dolor pélvico crónico».
Una revisión de estudios publicada por la prestigiosa Fundación Cochrane demostró que el arándono rojo reducía el riesgo de cistitis de repetición en un 35 %. «Produce muchas menos resistencias bacterianas que los antibióticos en tratamiento de profilaxis de ITU y los productos a utilizar de arándano rojo americano deben estar valorados/estandarizados en PAC» explica José Luis López Larramendi, asesor del Centro de Investigación sobre Fitoterapia (INFITO) y ponente de la jornada. En el Libro Blanco elaborado por la Sociedad Iberoamericana de Neurourología y Uroginecología y la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria, se afirma que este fruto debe tomarse «30 días seguidos para conseguir que E. coli no vuelva a repoblar el tracto urinario» y repetir la toma «por lo menos tres o cuatro meses al año». También se aconseja tomarlo en dos tomas para que la actuación en las vías urinarias sea más uniforme.
Entre los factores que aumentan el riesgo de sufrir cistitis están, además de las relaciones sexuales, las comidas ácidas o especiadas, la cafeína, el alcohol y las bebidas carbonatadas. Para prevenir su aparición se recomienda, «además de la toma de preparados farmacéuticos de arándano rojo, la ingesta mínima de 1,5 litros de líquido al día, orinar cada dos o tres horas, y sobre todo antes y después de una relación sexual; lavar con jabones neutros, utilizar ropa interior de algodón y evitar prendas ajustadas», aconseja Ruiz de la Roja.
La Asociación Española de Urología, en su guía multidisciplinar sobre cistitis, advierte que entre el 50 y 60% de las mujeres premenopáusicas sufre alguna infección del tracto urinario (el 90% de las cuales son cistitis), y el pico de incidencia “se observa entre los 18 y los 39 años, coincidiendo con la edad de máxima actividad sexual en la mujer.
La jornada
La I Reunión sobre Infección Urinaria e Incontinencia congrega a cerca de un centenar de urólogos y ginecólogos de toda España con el objetivo de aunar conocimientos sobre patologías que les competen a ambos. En el simposio también se aborda el papel de la microbiología, las infecciones urinarias durante el embarazo y la menopausia, el uso del ácido hialurónico en el síndrome de vejiga dolorosa, así como distintos horizontes de investigación en tratamientos como el de la vejiga hiperactiva o nicturia.