¿Por qué?

LA SEMANA QUE PASO FUE UNA DE LAS MAS INTENSAS Y COMPLEJAS EN NUESTRO PRIMER AÑO DE GESTION PROVINCIAL: EL VIERNES 28 NOS REUNIMOS CON LOS DELEGADOS PROVINCIALES QUE REPRESENTAN A LOS FARMACEUTICOS HOSPITALARIOS, EL DOMINGO 30 NOS REUNIMOS CON LOS COLEGAS QUE EJERCEN EN RELACION DE DEPENDENCIA Y EN SOCIEDADES, HOY NOS REUNIMOS CON LOS FARMACEUTICOS DE LANUS PARA HABLAR SOBRE LA RECETA ROSA Y LAS INSPECCIONES EDUCATIVAS QUE REALIZA EL COLEGIO CENTRAL Y EN EL MEDIO, DE UN VIERNES PARA EL OTRO, TOMAMOS UNA FUERTE MEDIDA GREMIAL PARA EVITAR QUE LA FARMACIA SIGA SIENDO LA VARIABLE DE AJUSTE DE LA CADENA DE COMERCIALIZACION DEL MEDICAMENTO.

por Isabel Reinoso
(ireinoso@colfarma.org.ar)

Lo que vincula todos los encuentros es la necesidad de crear espacios de diálogo y encontrar consensos, de evidenciar y corregir errores, de perfeccionar el trabajo del Colegio provincial, de encontrar lo que nos une y que, a pesar de los disensos, podamos convertir a nuestro Colegio en una Institución de servicios más eficiente y en una entidad que vele por nuestros intereses.

Por eso, de todos los acontecimientos destacables de esta semana, quisiera referirme a lo que sucedió con las droguerías.

A mediados del mes de septiembre, luego de varias revisiones de nuestras facturas y advertencias de varios colegas, encontramos que todas las droguerías habían cambiado nuestra condición de compra en un listado que superaba los mil cien productos.

Lo hicieron sin consultar, pero también sin comunicarlo. Es decir, que nadie en todo el sector de la distribución, informó o advirtió sobre lo que había sucedido.

Es doblemente doloroso o decepcionante, ya que a la buena relación existente entre nuestro Colegio provincial y la Asociación de Distribuidores de Especialidades Medicinales (ADEM), se sumaban las reuniones que mantuvimos en los días posteriores a la medida, en las que el CFPBA intervino para mediar a favor de la distribución en varios temas (como insulinas, por ejemplo).

Ni en esas, ni en ninguna otra reunión se nos informó sobre el aumento de precio a las farmacias.

LA MEDIDA GREMIAL

Una vez detectado el aumento, se consultó a los colegas de toda la provincia para corroborar la información y se utilizaron todos los canales disponibles con las droguerías para conocer las razones de aquella decisión y corregir el impacto que tuviera en las farmacias.

Cuando se hizo evidente que no habría cambios, convocamos a una reunión de emergencia para el viernes 28 de septiembre a las 20.30 horas. Un día difícil, con un horario incómodo y poco tiempo de anticipación.

Para facilitar el encuentro propusimos que la dirigencia farmacéutica del conurbano se reuniera en La Plata y que el interior acudiera a las filiales de Junín, Pergamino, Pehuajó, Tandil, Bahía Blanca, Luján y Mar del Plata.

En cada uno de los lugares se nombró un colega para que moderara el encuentro y se utilizó una plataforma multidireccional en internet que nos permitía escucharnos y vernos.

Esta herramienta, que tuvo sus limitaciones técnicas por las diferencias de conectividad y la capacidad de cada PC, va a encontrar solución a medida que vayamos ganando experiencia en este tipo de encuentros, pero sirvió para tomar una decisión de suma importancia, en poco tiempo y con el mayor consenso posible.

De esa reunión, surgió la decisión gremial sobre la que informamos esta semana, pero que había sido delineada meses atrás ante la posibilidad de que un episodio similar nos sucediera.

En aquel momento, finales del 2011, las droguerías recibieron un fuerte impacto impositivo, cuando les aumentaron la alícuota de ingresos brutos.

La primera idea de la distribución, por supuesto, fue trasladar ese impacto a las farmacias.

En aquel entonces, como ahora, nos opusimos fuertemente a una medida de ese tipo y, ante la posibilidad de que se nos cambiara desfavorablemente nuestra condición de compra, delineamos la logística que finalmente se aplicó la semana pasada.

Fue una estrategia que se mantuvo latente, ya que contaba con el aporte de toda la comunidad farmacéutica, que debía monitorear sus compras y denunciar cualquier alteración de precios en desmedro de las farmacias.

Una vez tomada la medida, se invitó a todas las filiales para realizar una reunión simultánea el día lunes 1 de octubre para informar a todos los colega de cada región.

Aunque luego la medida tuvo un alto acatamiento, las reuniones fueron irregulares, ya que en algunas zonas la información fue incompleta y confusa.

Mientras se desarrollaba la medida para que las empresas de la distribución revocaran el aumento, se volviera a los porcentajes que teníamos al 31 de agosto y devolvieran a las farmacias los importes correspondientes que se facturaron con el aumento, se buscaron todos los canales de diálogo posibles para normalizar la situación, recuperar cuanto antes la confianza en la cadena de comercialización y acordar nuevas y mejores condiciones de trabajo para todos los sectores que la componen.

Así llegamos al miércoles 3 de octubre a una reunión con los representantes de la distribución. A pesar de la aspereza de algunos pasajes de ese encuentro, logramos nuestro objetivo inmediato: que se respetara a las farmacias.

¿Por qué es tan importante lo que nos pasó?

Porque nos sirve para reflexionar sobre la fortaleza que le otorgamos a las grandes droguerías volcando en ellas todas nuestras compras. Ahora deberíamos pensar quienes son nuestros aliados y entender que depende de todos nosotros que esto cambie.
Si pudimos revertir una situación desfavorable a las farmacias fue gracias a la unidad que, por pocos días, no dejó casi ninguna brecha entre nosotros a pesar de las diferencias argumentales, ideológicas, metodológicas o económicas.

Espero que podamos encontrar nuevas tecnologías y herramientas que nos permitan achicar las distancias, comunicarnos mejor, responder con altura a lo que se espera de nosotros, como farmacéuticos y como autoridades farmacéuticas, hacer rendir esos espacios de diálogo para lograr consenso, pero sin tener que atravesar nuevas crisis.

Parafraseando a Borges, no se si el amor, pero espero que no nos una solamente el espanto.