El uso innecesario o inmoderado de antibióticos, al que se refirió el año pasado la Sociedad de Infectología de nuestra ciudad, volvió a ser cuestionado ahora por una especialista platense que reclamó no sólo una mayor prudencia en el consumo de esos medicamentos, sino también la existencia de una previa indicación médica.
La profesional alertó que, de no revertirse esa tendencia, puede involucionarse hacia una suerte de era preantibiótica, que rigió hasta la década del ‘40. Cabe señalar que, en el caso de la mencionada sociedad médica, sus integrantes habían evidenciado su preocupación por la aparición en estos meses de infecciones cutáneas, urinarias y respiratorias causadas por cepas que ya no responden a los tratamientos.
Pero las fuentes médicas aludieron, asimismo, una sobreprescripción médica de antibióticos y lo relacionan a una diversidad de factores, entre ellos al desconocimiento, la negligencia, el temor y las presiones comerciales, promoviéndose de ese modo el expendio libérrimo de antibióticos, en una situación que -sumada a la automedicación- en las últimas décadas ha llevado a que las bacterias desarrollen resistencias cada vez con mayor celeridad.
Se señaló así que de acuerdo a distintos estudios médicos más de la mitad de los antibióticos que se indican en nuestro país no son necesarios, ponderándose que muchos facultativos los recetan ante la posibilidad de cometer un error de diagnóstico, aunque también inciden la presión que ejercen los propios pacientes y los incentivos que ofrecen las farmacéuticas.
Desde luego que, tal como se señaló, existen también fuertes cuestionamientos al problema de la automedicación. De acuerdo a últimas estimaciones realizadas en nuestra zona, se estimó que el 30 por ciento de los antibióticos que se toman incorrectamente corresponden a casos de automedicación.
En esta columna se reflejaron hace más de un año las conclusiones de un estudio realizado en los Estados Unidos cuya principal conclusión marcó un sostenido crecimiento en ese país del número de internaciones causadas por el mal uso de medicamentos. Se trata, como bien se sabe, de una tendencia creciente por parte de la población -definida como endémica en nuestra región por los especialistas platenses-, en una situación que debería alertar por los peligros inherentes a esos hábitos, tan arraigados en muchas franjas de la sociedad.
En esa oportunidad se destacó que la automedicación se considera un problema endémico, que motiva anualmente numerosos casos graves de todas las edades en los distintos hospitales.
Lo cierto es que tanto la sobreprescripción médica de antibióticos -una tendencia que debiera ser analizada y corregida tanto en los períodos de formación como en los de perfeccionamiento de los profesionales, con el concurso de políticas sanitarias muy enérgicas- como el hábito de recurrir a remedios no recetados, no sólo son costumbres perniciosas sino que pueden aparejar graves riesgos a la salud. Todo indica, por consiguiente, que sólo a partir de nociones fuertemente arraigadas podrá revertirse un panorama que, en la actualidad, dista de ser alentador.