La provisión de medicamentos de alto costo no sufrió alteraciones que hagan peligrar el tratamiento de los pacientes con patologías complejas de nuestra obra social”, aseguró ayer el titular del Instituto de Seguros de Jujuy (ISJ), Daniel Palumbo, ante las recurrentes versiones periodísticas que circularon en las últimas horas y que daban cuenta del desabastecimiento de algunos fármacos.
Si bien reconoció que pueden existir algunas demoras en la entrega de ciertos medicamentos, recalcó que el organismo no está pasando por la zozobra que viven otras instituciones que cubren la seguridad social.
El funcionario también aclaró que el ISJ no adeuda ninguna de las prestaciones brindadas por sus efectores y que en los últimos ocho años la política de previsibilidad y razonabilidad llevó al organismo a cumplir con la calidad de los servicios que demandan sus afiliados.
Otro tema que no dejó pasar por alto fue el relacionado al conflicto con la cámara que representa a las clínicas y sanatorios de la provincia, que fue superado merced a los esfuerzos de la obra social para adecuar los montos por internaciones.
Con respecto a la demora en la provisión de algunos medicamentos, explicó que algunos de ellos son fármacos de importación. No obstante ello, dijo que el ISJ está garantizando el tratamiento de todos los pacientes afiliados al organismo, “tal cual lo establecen los protocolos médicos”.
Sobre el inconveniente surgido con las clínicas y sanatorios, que hasta llegaron a publicar solicitadas en los matutinos locales informando sobre el cobro de un plus compensatorio de los coseguros por internaciones, reconoció que la decisión unilateral tomada por el sector empresario generó malestar en el seno del directorio del organismo. Para el funcionario, la medida, adoptada sin previo aviso y puesta en práctica por algunas horas, fue precipitada e inoportuna.
“Cuando hay una variable de costos objetiva, en donde se analizan las readecuaciones salariales que se fijaron en el sector y el aumento de algunos insumos, el ISJ analiza la forma y las posibilidades que existen para acompañar a los prestadores y así sostener la calidad de los servicios”, apuntó, a la vez de repetir que esa fue la conducta asumida durante ocho años. “Esto ha marcado una diferencia en las prestaciones y una exigencia diferente hacia los prestadores, que no deben cobrar ningún plus a los afiliados”, apuntó.
Tamaña molestia causó el establecimiento de ese pago extra que la obra social reaccionó sobre la marcha y comunicó -también mediante una solicitada- que el dinero por el plus iba a ser debitado de la cuenta de los sanatorios y restituido a los afiliado.
En tal sentido, Palumbo refirió que esa determinación se había adoptado por la modalidad del planteo, realizado en medio de una negociación de partes. Igualmente, dijo que esa situación no puede borrar los años difíciles transitados de manera conjunta.
No hay deudas
Al aludir a la regularidad en los pagos que efectúa la obra social a sus prestadores, aseguró que el Instituto saneó en el 2004 todas sus deudas. “No tenemos desde esa fecha ninguna deuda con prestadores ni proveedores”, recalcó al aclarar que los argumentos que se puedan esgrimir desde alguna clínica o sanatorio para no cumplir sus obligaciones salariales con el personal “son falaces”.