La industria farmacéutica ha cambiado mucho en los últimos años. Ha habido una reconfiguración sectorial que les permitió a los laboratorios nacionales ganar participación en el mercado interno. El principal desafío del sector es limitar el incremento de los productos importados que se consumen localmente, una tendencia causada por las estrategias de desinversión que han llevado adelante los grupos multinacionales. Por otra parte, la próxima reglamentación de la Ley de Producción Pública de Medicamentos genera el potencial necesario para seguir incluyendo a los sectores más desprotegidos de la sociedad en un país que lidera el acceso gratuito a los medicamentos y las vacunas.
En los últimos años los laboratorios de capitales nacionales ganaron participación de mercado hasta concentrar el 60 por ciento de las ventas. Es una característica que no se repite en el resto de los países de la región, donde las multinacionales son dominantes. Juan Carlos López, director ejecutivo de la Cámara Empresaria de Laboratorios Farmacéuticos (Cooperala), afirmó a Cash que “el país ocupa el primer lugar de América latina en proyectos de inversión con la construcción de 12 nuevas plantas productivas”, para agregar que “en el mundo hay sólo cuatro países con mayor presencia de laboratorios nacionales que extranjeros en la industria de los medicamentos: Alemania, India, Estados Unidos y Argentina”.
Los laboratorios multinacionales (Bayer, Roche, Novartis) ganaron participación en la plaza local en los noventa gracias a los cambios en el marco regulatorio del sector: la desregulación comercial, la flexibilización de los precios, los incentivos a las importaciones y la reglamentación de la Ley de Patentes. De esa manera las firmas internacionales y los grandes grupos locales (Roemmers, Bagó) salieron beneficiados, mientras que los pequeños laboratorios nacionales cerraron porque ya no tenían los permisos necesarios para continuar copiando medicamentos.
Desde el 2002 hubo una reconfiguración en el sector. Con la Ley de Prescripción de Genéricos los laboratorios nacionales tomaron nuevamente la iniciativa y las firmas de menor escala relativa experimentaron una fuerte recuperación compitiendo vía precios. Por su parte, en este mismo período las multinacionales modificaron sus estrategias comerciales, lo que las llevó a interrumpir la producción local y a abastecer la demanda doméstica con productos importados. Por este motivo muchas de sus plantas productivas fueron recompradas por capitales argentinos.
La producción y las ventas de los 230 laboratorios que operan en el país avanzaron hasta duplicarse en los últimos nueve años, lo que se explicó por la fuerte expansión del mercado interno y del mundial motorizado por los países emergentes. Además de esos aumentos de la demanda, los precios locales de los medicamentos (a la salida de los laboratorios) evolucionaron por debajo del nivel general de precios de la economía. Si se revisa la formación de precios de toda la cadena se observa que esos productos terminan remarcados en un 75 por ciento en las farmacias.
El principal desafío del sector es sustituir importaciones. Un 30 por ciento del consumo se abastece con medicamentos importados, mientras que a mediados de los noventa esa relación era inferior al 7 por ciento. En los últimos años, las multinaciones suspendieron la producción en el país realizando un marcado proceso de desinversión industrial. Pasaron a operar sólo con oficinas comerciales, importando los medicamentos desde Estados Unidos, Alemania y Suiza, en donde están establecidas sus casas matrices. Como resultado, la balanza comercial del sector es deficitaria. Los laboratorios nacionales tienen superávit del intercambio. No obstante, no alcanzan para compensar los resultados negativos de las transnacionales.
En tanto, la Ley de Producción Pública de Medicamentos se encuentra próxima a su implementación. Jaime Lazovski, subsecretario de Relaciones Sanitarias e Investigación del Ministerio de Salud, explicó a Cash que “las proyecciones están puestas en los nueve laboratorios públicos que tienen el potencial para lograr abastecer con menores costos los requerimientos (de medicamentos) que hace el Estado”. Agregó que “además se intenta promover la capacitación, la innovación y el desarrollo para conseguir nuevos procedimientos de productos en el ámbito local”
“Página 12” 10-06-12