En la larga lucha contra el cáncer se divisa una nueva luz al final del tunel. Un equipo de investigadores del Centro de Neurociencias y Biología celular de la Universidad de Coimbra (Portugal), coordinado por el investigador asturiano Ignacio Vega-Naredo (Gijón, 1980) y el portugués Paulo J. Oliveira, ha llegado a la conclusión de que la melatonina -una hormona que se encuentra de manera natural en el cuerpo y se encarga de regular el sistema inmunitario- puede combatir las células cancerosas.
Por tanto, el estudio -que lleva desarrollándose desde 2010- abre una puerta a la posible creación de tratamientos especializados y, además, amplia el conocimiento sobre cómo puede funcionar la melatonina para frenar o ralentizar el desarrollo de la enfermedad. Además, las conclusiones obtenidas contribuyen al «desarrollo de la medicina personalizada, algo que está siendo muy estudiado hoy en día», explica el investigador asturiano Ignacio Vega.
«El estudio proviene de otro iniciado anteriormente», detalla Vega-Naredo, «en el que se estudiaron las características que diferenciaban a las célulascancerosas madre y las diferenciadoras». Esto, con el fin de «saber la razón por la que las células madre tienen más resistencia a los tratamientos dequimioterapia» que las segundas, aclara. La solución a ello reside en la mitocondria -la parte de la célula que se encarga de producir energía, gracias a la cual es posible la respiración celular-, y parece ser que la melatonina «actúa a un nivel mitocondrial, impidiendo que las células obtengan energía de la misma, por lo que acaban muriendo», explica. Así, el equipo de investigación ha llegado a la conclusión de que el uso de esta hormona puede ayudar a combatir la actividad de las células enfermas.
A pesar del avanzado estado del estudio, el investigador gijonés confiesa que es difícl que se vaya a aplicar a medio-corto plazo en los seres humanos, puesto que «se necesita mucho tiempo para seguir estudiando». «El siguiente paso sería probarlo en animales de experimentación y, luego, hacer más estudios clínicos», enumera. Además, cree que «actualmente hay cierta controversia, ya que no se conoce en detalle el mecanismo de acción de esta hormona, pero ya hay bastantes estudios que apoyan el uso de tratamientos con melatonina».
Con respecto a la citada hormona, que también regula el sueño y el reloj biológico del cuerpo, Vega explica: «Mucha gente piensa que es tóxica y eso no es del todo cierto. Es buena, ya que es un elemento antioxidante que, además, protege contra los efectos secundarios de la quimioterapia. Además, solo interrumpe el desarrollo en células cancerígenas que tienen un metabolismo concreto a nivel mitocondrial». Aún así, piensa que el actual estudio no hará que la población «comience a comprar y a tomar melatonina», ya que eso «no va a solucionar nada».
Licenciado en Biología por la Universidad de Oviedo, el gijonés presentó su Tesis Doctoral -en la que también trabajó con la melatonina, en el laboratorio de Ana Coto- en 2010. Tras ello, viajó a Coimbra con la beca Marie Curie, hasta que en 2014 volvió con otra a su Asturias natal. En la actualidad, tras renunciar a la última beca, Vega-Naredo ha vuelto a la Universidad de Coimbra, donde se encuentra a la cabeza de uno de sus equipos de investigación.