Argentina es uno de los cuatro países del mundo donde más del 50 por ciento de los medicamentos son producidos por empresas de capitales nacionales, y además los laboratorios locales son responsables del 60 por ciento de las unidades totales comercializadas anualmente en un mercado que facturó un total de 51.000 millones de pesos en los últimos 12 meses. Así lo resaltó el presidente de la Asociación Argentina de Farmacia y Bioquímica (Safybi), Federico Montes de Oca, al referirse a la conformación de la Confederación Latinoamericana para la Investigación y Producción de Medicamentos e Insumos para la Salud (Claropromedis), al que definió como punto de encuentro de profesionales, autoridades sanitarias, científicos y académicos.
En ese contexto, Montes de Oca destacó que el sector farmacéutico argentino es una de las cuatro industrias del mundo donde más del 50 por ciento de las facturación del mercado local -que en los últimos 12 meses alcanzó los 51.000 millones de pesos con un crecimiento interanual del 30 por ciento- corresponde a empresa de origen nacional, tal como ocurre en los mercados de Alemania, Estados Unidos y Japón.
Los laboratorios nacionales también son responsables del 60 por ciento de las 695,4 millones de unidades que se comercializan anualmente en el país de productos medicinales, de acuerdo a cifras del sector correspondientes a los últimos 12 meses.
El sector está integrado en el país por 230 empresas farmacéuticas que sostienen 10.000 puestos de trabajo de manera directa y otros 100.000 de manera indirecta, ya que se estima que la industria multiplica por diez cada puesto laboral.
Además, la industria farmacéutica representa el 5 por ciento de las exportaciones totales del país y de ese total es una de las de mayor valor agregado del mercado ya que “la fabricación de un medicamento exige buenas prácticas fabricación, con normativa internacional, y que requiere conocimiento e inversión en plantas nacionales que en muchos casos tienen estándar europeo”.
“La mayor parte de las exportaciones es hacia Latinoamérica, Medio Oriente y países asiáticos donde la industria local es competitiva, tiene productos de calidad y puede exportarlos. El problema es en aquellos casos en que se imponen barreras para proteger mercados y que resultan difíciles de romper para un laboratorio local que no tiene escala ni volumen de inversión”, enfatizó el directivo.
Para Montes de Oca, la preeminencia de los laboratorios nacionales refleja “la inteligencia del industrial de fortalecer la autonomía y autosuficiencia en la producción de medicamentos que en cualquier país resulta de gran impacto sanitario, político, público y social” y que asoció a la importante tradición familiar que reconoce la historia del sector.
“Empresas de nombre familiar como Roemmers, Baghó, Gador, Elea, Casasco, Cassara permitió resistir de mejor manera el proceso de extranjerización que vivió la industria y les permitió mantenerse como líderes del mercado nacional”, destacó el presidente de Safybi.
En ese contexto de desarrollo, el directivo destacó el gran potencial de crecimiento que tiene la industria local ya que a su criterio “es muchísimo lo que aún se importa cuando se podría producir en el país” elementos como vacunas obligatorias, materias primas o excipientes al ejemplificar con el caso de la materia prima del ibuprofeno que solo cubre el 5 por ciento de la demanda local.
Pero la gran oportunidad para la industria local está a tono con lo que ocurre en el mundo en el campo de la biotecnología, “porque muchos laboratorios tienen capacidad tecnológica y científica para producir productos biosimilares de buena calidad y más baratos, aunque se mantiene un gran debate internacional por patentes”.
“Argentina es de los pocos países de la región con capacidad de desarrollo productos biotecnológicos que empresas locales producen hace 25 años, lo que asegura que se trata de una industria con capacidad innovadora, de desarrollo y de ecosistema positivo”, resaltó el directivo.
Pero así como Montes de Oca destaca que los bioproductos son “la farmacología del futuro, que tiene pocos efectos adversos y aprovecha el gran avance de la ciencia, al mismo tiempo de ser una esperanza y una oportunidad entraña grandes riesgos porque es un gran negocio con intereses en concentrar el mercado y dificultar que otros jugadores lleguen al mercado a precios accesibles”.
Sobre la creación de Clapromedis, el directivo destacó que uno de los primeros objetivos de la entidad que nucleará a las entidades farmacéuticas de Latinoamérica será “crear un marco regulatorio para la región imprescindible para proteger las producciones locales, y entonces proteger la accesibilidad de la población”.
“Los países de la región requieren un marco regulatorio que apuntale los temas de calidad y seguridad en la producción de medicamentos, pero también que garantice la mayor accesibilidad de sus poblaciones atendiendo las realidades sociales y económicas de cada país”, explicó al enfrentar “el riesgo de disminuir la producción nacional de medicamentos y que el producto sea cada vez menos accesible”.
Clapromedis quedará constituida formalmente entre el 4 y 7 de agosto en el marco de EXPOFYBI 2015, donde se desplegarán más de 300 stands de diversos expositores pertenecientes directa o indirectamente a las industrias de la farmacéutica y la bioquímica, entre otras.
Fuente: Telam