Dos tercios de las mujeres a quienes se les extirpa un tumor de mama reciben un tratamiento con rayos que dura casi el doble de lo necesario. El tratamiento convencional dura entre 5 y 7 semanas. Pero cuatro estudios rigurosos y las directrices de una sociedad de radiología llegaron a la conclusión de que 3 o 4 semanas de radiación más intensa tienen la misma eficacia.
Las mujeres en su gran mayoría prefieren la radioterapia más breve. También es menos costosa. Aun cuando del 60 al 75% de las mujeres con cáncer de mama se someten a una cirugía, los médicos y las aseguradoras dicen que relativamente pocas reciben el tratamiento más corto porque lleva tiempo modificar las prácticas médicas arraigadas. Sus ventajas son ahorrar tiempo en el caso de las pacientes, y dinero en el de los sistemas de salud y las aseguradoras.
“Si un médico indica cinco a siete semanas de rayos desde hace 25 años, en especial si no se trata de un especialista o no está en un centro académico, no será fácil confiar en algo nuevo”, dijo Bruce Haffy, del departamento de oncología radiológica del Instituto del Cáncer Rutgers de Nueva Jersey. Uno de los estudios fue publicado en la revista de la Asociación Médica America.
Investigadores de la Universidad de Pensilvania, Ezekiel Emanuel y Justin Bekelman, analizaron datos de 14 planes de seguro de 15.643 mujeres que recibieron radioterapia después de una cirugía. Los rayos se usan porque reducen las probabilidades de que aparezca otro cáncer y eleva las probabilidades de supervivencia.
Tomaron en cuenta dos grupos de mujeres que recibieron radioterapia y preguntaron cuántas habían recibido el tratamiento breve. Un grupo tenía una gran coincidencia con las mujeres de anteriores estudios que evaluaban el tratamiento convencional en comparación con el más corto. Eran las mujeres de más de 50 años que tenían un cáncer en sus primeras etapas. Las pautas de práctica publicadas en 2011 por la Sociedad Estadounidense de Oncología Radiológica recomiendan la radioterapia más corta para este grupo.
El otro grupo difería de las participantes en estudios anteriores porque las mujeres eran más jóvenes, habían recibido rayos anteriormente o tenían células cancerosas en los nódulos linfáticos, que indicaba un cáncer más avanzado. Las pautas no recomiendan ni desaconsejan la terapia breve para esas mujeres.
El empleo de un tratamiento más corto aumentó en ambos grupos de mujeres de 2008 a 2013, pero de todos modos una minoría recibió esta terapia.
En el grupo que debería haber tenido el tratamiento más corto conforme a las directrices, el 10,6% lo recibió en 2008 y el 34,5% en 2013. En el grupo que no recibió recomendación ni a favor ni en contra de la terapia breve, el porcentaje que la usó se incrementó de 8,1% a 21,2%.
Fuente: Clarín