La Confederación Farmacéutica Argentina se reunirá con el Ministerio de Salud para que sea quien imponga las reglas en este sector, y no el Estado porteño. La batalla que desde hace tiempo se desató en el rubro farmacéutico volverá esta semana a sumar un nuevo capítulo.
Luego de que el Gobierno porteño dictaminara que en las farmacias de Capital Federal podían convivir sin inconvenientes productos de todo tipo, ya sean médicos, golosinas, bebidas o libros, y que las autoridades locales serían las encargadas de fiscalizar la venta en estos locales, la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA) salió al cruce de esta determinación.
Entre hoy y mañana sus directivos mantendrán un encuentro con las autoridades del Ministerio de Salud de la Nación, con el objetivo de lograr que sea el Estado nacional quien se ocupe de legislar sobre el sector, y no la gestión de Mauricio Macri.
“Entendemos que la situación de la Capital Federal no es la misma que la de las provincias, quienes sí pueden disponer por sí mismas si permiten o no la instalación de farmacias polirrubro. Siempre estuvimos en desacuerdo con los comercios de este tipo”, sostuvo Raúl Mascaró, presidente de la COFA.
“Se trata de una cuestión indelegable a menos que quede expresado en forma explícita, como ocurrió con el caso de los subtes. Hasta tanto ocurra esto, las farmacias deben ser legisladas por la ley nacional”, continuó Mascaró.
Si bien en este caso será la COFA quien encabezará las conversaciones con el Ministerio de Salud, lo cierto es que otras agrupaciones sectoriales también expresaron su disconformidad con el visto bueno de Macri para la instalación de las farmacias polirrubro, que tienen a Farmacity como referente, aunque también aparecen cadenas como Vantage y Open Farma.
Desde la Asociación Propietarios de Farmacias Argentinas (Asofar), por ejemplo, también cuestionaron la medida.
Sus directivos no ocultaron su enojo ya que no fueron invitados a discutir sobre el tema.
“Cómo es posible que regulen cuestiones atinentes al funcionamiento de las farmacias sin haber convocado a ningún nucleamiento del sector”, se quejaron. Por otra parte, consideraron “preocupante” que el Estado nacional todavía no se haya pronunciado al respecto.
La semana pasada entró en vigencia el decreto porteño 98/14, que indica que la Ciudad será quien ejercerá el poder de policía sobre las farmacias, desplazando así al Gobierno nacional.
De este modo se complementará un decreto anterior lanzado por el Gobierno porteño (el 41/14) donde Buenos Aires afirmaba que haría uso de su autonomía para habilitar estos establecimientos dentro de su territorio, contraria a la decisión del Gobierno nacional. En esta resolución se habilita a las farmacias a llevar adelante otras actividades comerciales.
En octubre pasado, el Ministerio de Salud de la Nación lanzó la resolución 1632/13, que reglamentó la Ley de farmacias 26.567 aprobada en 2009 en el Congreso, y estableció que estos comercios sólo podrían vender medicamentos, productos de higiene o estética y otros con cualidades profilácticas, desinfectantes, insecticidas o similares.
Fuente: El Cronista Comercial – 25-03-14