Sra. Presidente de la Nación Argentina
Dra. Cristina Fernández de Kirchner
S / D
El día 1° de marzo escuché muy atentamente sus palabras de apertura del período legislativo 132.
En el marco de la Asamblea Legislativa Ud. ha expresado que el Sector Medicamentos tiene una altísima rentabilidad, yo sentí la necesidad de escribir estas líneas acerca de la realidad de un sector de la salud pública en la provincia de Buenos Aires.
Soy Presidente del Colegio de Farmacéuticos de la Provincia de Buenos Aires, una entidad que tiene participación en el Sector Medicamentos como Ud. lo ha denominado, sector que además comprende a la Industria Farmacéutica (los laboratorios), a la distribución de Medicamentos (las droguerías) y a las oficinas farmacéuticas que dispensan los medicamentos.
Los farmacéuticos somos los más cercanos a la gente, los enfermos y los ciudadanos que concurren a cada una de las farmacias de nuestra Provincia.
En mi provincia existe una distribución racional de las oficinas farmacéuticas, una cada 300 metros y cada 3000 habitantes.
Esto ha permitido que se mejore el acceso al medicamento como eje principal de una política sanitaria establecida por la legislación de la Provincia de Buenos Aires.
Hoy en cada pueblo de la Provincia hay servicio farmacéutico.
Estas farmacias bonaerenses dispensan medicamentos a través de la seguridad social: el Pami, Incluir Salud, IOMA, otras obras sociales y a las empresas de medicina prepaga.
Este servicio farmacéutico ofrecido por las farmacias de la Provincia de Buenos Aires no tiene excesiva rentabilidad, en promedio alcanza un 4%, siendo muy inferior este porcentaje para el caso de las pequeñas farmacias de los barrios.
Ud. expresó genéricamente que teníamos una gran rentabilidad, quizás porque la cara más visible sean las grandes cadenas de farmacias como las que se encuentran en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires o los laboratorios que han crecido de manera exorbitante en esta década.
Estas grandes cadenas de farmacias que constituyen importantes empresas no tienen asiento en la Provincia de Buenos Aires, ni tampoco en los barrios de otras provincias argentinas; sólo se concentran en grandes centros comerciales.
Nuestras farmacias son en su mayoría Unipersonales, propiedad de Farmacéuticos cuyas familias viven de estas farmacias y también existen pequeñas farmacias de propiedad de no farmacéuticos, con un profesional al frente. Son PYMES, más bien diría mini PYMES que están padeciendo un serio problema de sustentabilidad.
Quiero decirle que la farmacia durante estos años acompañó las políticas del Gobierno nacional y del provincial dando cobertura a la seguridad social que ha pasado de un descuento de aproximadamente 40 % en 2003 al 84% en 2013.
Es un acompañamiento real donde las farmacias que han sostenido esta cobertura y han pagado los medicamentos en promedio a 15 días a sus proveedores, y financiando a las obras sociales que pagan aproximadamente a los 60- 90 y 180 días como lo es plan Incluir Salud del Estado Nacional.
Por otra parte las farmacias aportamos un subsidio del 14 % del Precio Público del Medicamento (PVP) a la obra social más importante del país, el PAM; es un subsidio del sector privado en el que estas farmacias, Pymes y Mini Pymes, aportan un 50% de sus honorarios en concepto de bonificación o subsidio.
De paso aprovecho esta carta para compartir con Usted, lo que ya anticipamos al Sr. Jefe de Gabinete Jorge Capitanich, al Sr. Ministro de Economía Axel Kicillof y al Sr. Secretario de Comercio Augusto Costa: es imposible seguir aportando este subsidio pues la rentabilidad de nuestras farmacias está totalmente erosionada.
Señora Presidente, le solicito una revisión inmediata de este subsidio o bonificación que las farmacias estamos aportando al Pami, ya que de eso depende la sustentabilidad de nuestras farmacias y nuestro servicio farmacéutico.
De nada sirve tener una red con distribución geográfica y demográfica si las mismas no pueden dar servicios a los pensionados y jubilados del país.
Los abuelos necesitan tener una farmacia cerca de su domicilio que les dé servicio, que les pueda atender sus recetas con 100 % de cobertura, que les entregue sus pañales, que los pueda vacunar, que los pueda aconsejar, en fin que les ofrezca un servicio de calidad como los abuelos se merecen.
Los números corroboran lo que estoy expresando en palabras, indican que ya muchas farmacias no pueden dar servicios a los jubilados y pensionados porque no pueden financiar y por el alto aporte que representa el subsidio o bonificación, no pueden dar servicio porque sus impuestos, pago de empleados, alquiler, costos fijos de las oficinas farmacéuticas han crecido muchísimo estos años y no sólo no reciben ningún subsidio, sino que, por el contrario, subsidian al sistema de la seguridad social que administra la Industria Farmacéutica, imponiendo cada vez peores condiciones comerciales como exigencia para poder trabajar.
Desde las instituciones farmacéuticas pondremos toda la colaboración para mejorar el servicio farmacéutico, pero está en sus manos la decisión política de sacar o modificar el subsidio y las condiciones que hoy se imponen a nuestros farmacéuticos.
A su disposición para toda aclaración que Ud. indique, la saluda muy cordialmente.
Farm. María Isabel Reinoso
Presidente Colegio de Farmacéuticos de la Provincia de Buenos Aires.