El único consumo válido es un consumo cero

VariousEl aumento en el consumo de Alcohol y fármacos en menores es cada vez más preocupante. La tendencia ha ido en aumento en los últimos años, y se le han sumado nuevos elementos.

La doctora Ana María Girardelli, jefa de Toxicología del Hospital de Niños de La Plata, fue consultada acerca del crecimiento de las adicciones en los menores. En ese marco, destacó que “los chicos de entre 13 y 20 años incorporan medicamentos a las bebidas alcohólicos. En algunos casos las drogas que utilizan son más peligrosas que los psicofármacos”.

Precisó que “ingieren alcohol con hipoglucemiantes que bajan el nivel de glucosa en sangre y llegan a niveles críticos que ponen en riesgo sus vida”.

Girardelli hizo hincapié que también se utilizan medicamentos que se creen que no hacen daño pero en realidad pueden crear muchos problemas. “No se pueden tomar los fármacos naturales como si no tuvieran ningún efecto”.

El Servicio de Toxicologia del Hospital de Niños de La Plata atiende a pacientes sin límites de edad y recordó que cualquier consulta se puede hacer al teléfono – 0800 222 9911.

El consumo de alcohol perjudica el desarrollo cerebral y puede ocasionar problemas de memoria y de aprendizaje provocados por el etanol que contienen todas las bebidas alcohólicas.

El alcohol afecta a el sistema nervioso y la reacción es más lenta a cualquier estímulo, por lo general se sobreestima la capacidad de aguantar los efectos de una gran cantidad de alcohol. Se pierde la coordinación, aparece el sueño y el cansancio.

También aparecen comportamientos violentos, con la familia, los amigos, los compañeros, docentes y/o con las personas con las que se relaciona el menor alcoholizado.

Aparecen estados de irritabilidad, dificultad para controlar la conducta. El alcohol pasará su factura a la hora de estudiar, trabajar y también lo hará en el cuerpo: acné, grasa, trastornos en el crecimiento y en la maduración sexual.

Los patrones de consumo de alcohol en menores de edad se deben a una variedad de factores: la familia, los amigos, los medios de comunicación, las normas culturales y la religión, así como las políticas gubernamentales. Por ejemplo, se ha comprobado que la promoción de bebidas alcohólicas en los medios publicitarios influye en la decisión que toman los adolescentes para beber, y existe evidencia que demuestra que esta publicidad aumenta las probabilidades de que los adolescentes y jóvenes comiencen a beber, o aumenten su consumo de alcohol.

Las políticas gubernamentales pueden influir en estos patrones a través de diversas formas, inclusive mediante estrategias de fijación de precios, restringiendo el abastecimiento de bebidas alcohólicas y regulando de forma rigurosa la comercialización de bebidas alcohólicas.

Cabe destacar el papel que juegan las familias en el consumo de bebidas alcohólicas en los menores de edad. La composición familiar y los niveles de ingreso y de violencia son algunas áreas asociadas al consumo de alcohol y uso de sustancias en menores de edad.

Los jóvenes corren el riesgo de desarrollar conductas perjudiciales debido al alcohol que incluyen beber en exceso, problemas en sus relaciones, accidentes viales y relaciones sexuales de alto riesgo que han sido referidas por ellos mismos.

Estas conductas tienen sus propias consecuencias `para la salud y seguridad de los jóvenes, que incluyen daños al desarrollo cerebral, riesgo de lesiones y muerte y un mayor riesgo de participar en actos de violencia y de contraer enfermedades contagiosas.  

Los padres deben tener en cuenta las siguientes recomendaciones:

  • Mantenga y fomente una relación franca y de apertura con su hijo. Esto aumenta las posibilidades de que su hijo le hable sobre sus anhelos e inquietudes. 
  • Hable con su hijo sobre los riesgos del consumo de bebidas alcohólicas; 
  • Hágalo de forma positiva y amena; 
  • Establezca reglas claras en cuanto a la edad en la que se le permitirá beber (por ejemplo, la edad reglamentaria en su estado). Hable de estas cosas antes de que llegue a la adolescencia.

La combinación de alcohol y psicofármacos es muy peligrosa y en muchos casos puede provocar la muerte. Entre los psicofármacos de la familia de las benzodiacepinas el medicamento de mayor consumo es el clonazepam (las marcas comerciales más conocidas son “Rivotril” y “Clonagin”). Otros son el diazepam (Valium), alprazolam (Alplax), Bromazepam (Lexotanil).

Según los datos del Hospital Fernández, de Capital Federal, el 69% de los menores de 24 años que ingresan a la guardia de toxicología los hacen por abusar de drogas legales, antes que las sustancias prohibidas por la ley. Tres de cada diez tiene entre 21 y 30 años. Y un 16%, entre 11 y 20 años.

Esta preocupante tendencia también se vive en el Hospital de Niños de La Plata, “Sor María Ludovica”, que junto a la Guardia del Hospital San Martín de La Plata, reciben cada fin de semana una gran cantidad de consultas y urgencias.

Fuente: ImpulsoBaires/Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires/Ministerio de Salud de la Nación/InfoSalud.