Desde ahora se permite la plantación, cultivo y cosecha con fines no médicos. El Senado de Uruguay aprobó la norma que ha generado un gran debate.Con los votos del oficialismo, el Parlamento aprobó definitivamente la ley que regula la marihuana en Uruguay.
La Cámara de Senadores otorgó la media sanción que restaba luego de que su homóloga de Diputados diera el visto bueno, y así entra en vigor una polémica ley que impulsó inicialmente el Presidente José Mujica y sobre la cual pesan acusaciones de inconstitucionalidad. El proyecto -ya ley- se denomina ‘Marihuana y sus derivados: Control y regulación del Estado de la importación, exportación, plantación, cultivo, cosecha, producción, adquisición, almacenamiento comercialización distribución y consumo’.
La extensa sesión del día martes culminó con la sanción del mismo, que regula por parte del Estado el uso del cannabis, y tiene como propósito reducir la incidencia del narcotráfico y el crimen organizado, así como también combatir las consecuencias sanitarias, sociales y económicas del uso problemático de sustancias psicoactivas, a través de la intervención del Estado.
En la nueva ley se crea el Instituto de Regulación y Control del Cannabis (IRCCA), como una persona jurídica de derecho público no estatal. La institución fiscalizará el cumplimiento de la ley, otorgará y llevará adelante el registro de licencias a los productores y vendedores, al tiempo que tendrá potestad para sancionar en casos de incumplimiento.
La votación se desarrolló entre movilizaciones a favor, bajo la consigna “La última marcha con la marihuana ilegal”, y críticas en las redes sociales, por ejemplo “Ahora somos república falopera”, en un debate donde ningún uruguayo quedó ajeno. Sobre las 22.40 (hora local) se votó, cerrando un debate de 13 horas. La votación fue afirmativa por 16 senadores en 29 presentes. El vicepresidente Danilo Astori fue el encargado de pronunciar la frase “queda aprobado el proyecto de ley”, tras lo cual una multitud presente en las barras del Senado prorrumpió en gritos y aplausos.
Con fines no médicos
Citando la ley, desde ahora se permite en territorio uruguayo la plantación, cultivo y cosecha con fines no médicos, es decir destinado al consumo personal o compartido en el hogar. El máximo permitido es de seis plantas, equivalente a 480 gramos anuales de producto recolectado. Cualquier plantación no autorizada deberá ser destruida con la autorización del juez. Al mismo tiempo caducan aquellos delitos en los cuales habían incurrido personas que plantaban marihuana en sus hogares bajo estos límites.
En Uruguay se permite así el uso de la marihuana con fines de investigación científica o para la elaboración de productos terapéuticos de utilización médica, y el Ministerio de Salud Pública se encargará de su control. Se autorizarán clubes de membresía que podrán oscilar entre 15 y 45 socios. Estas asociaciones podrán plantar hasta 99 plantas de uso psicoactivo y obtener como producto de la recolección de esas plantas un máximo anual proporcional al número de socios (480 gramos por persona, por año). El Poder Ejecutivo se encargará de su regulación.
Aquellas personas que deseen consumir deberán estar registradas ante el Estado, sin costo alguno, y podrán acceder a 40 gramos mensuales por persona. Para el uso medicinal del cannabis, se necesitará una receta médica. Los conductores de vehículos tendrán un tope de THC en su organismo. De incurrir en infracción, las penas pueden ir hasta la inhabilitación para conducir por un año.
Éticamente cuestionable
Desde la oposición se manejaron argumentos diversos para el voto negativo, llegándose a la acusación de inconstitucionalidad. El senador Jorge Larrañaga del Partido Nacional fue uno de los más enfáticos. “Es lamentable utilizar al país y a sus jóvenes para un experimento de este tipo. (El proyecto) parte de premisas falsas, objetivos equivocados, éticamente cuestionables y propone soluciones a nuestro juicio, erradas. El gobierno abre una puerta al vacío. Desconoce los verdaderos intereses de los uruguayos. La agenda de los problemas nacionales pasan por otro lado”.
Por su parte la senadora Constanza Moreira del gobernante Frente Amplio, se enorgulleció de la nueva ley. “Esta jornada es histórica para mucha gente. Este proyecto es un gran paso. En especial para los jóvenes y en especial en este país en el que no tratamos muy bien a los jóvenes”. Defendió la idea, señalando que “no hay pruebas respecto a que los drogadictos se transformen en delincuentes”, aludiendo a algunas críticas formuladas desde la oposición.
Desde el Partido Nacional se reiteró la negativa a la votación del proyecto, y se lanzó oficialmente la intención de derogar la ley. “Asumo mi compromiso y el del Partido Nacional de derogar esta ley”, dijo Larrañaga al salir del recinto parlamentario. La oposición, compuesta por el Partido Nacional y el Partido Colorado, maneja la posibilidad de recolectar firmas y así llegar a un plebiscito, aunque también sopesa la posibilidad de que las próximas elecciones legislativas arrojen un nuevo escenario de mayorías, y así tratar de derogar la ley en el Parlamento.
Su primer impulsor, el Presidente José Mujica, reconoce que como país “totalmente preparados no estamos” aunque insiste en que es la primera de las soluciones para el combate al narcotráfico. En tanto este martes el presidente de la Junta Nacional de Drogas, Julio Calzada, indicó a radios de Montevideo que la primera partida de marihuana para venta legal estaría disponible en el segundo semestre de 2014. “Queda por delante el complejo proceso de la reglamentación en el que hay que ir lento y a paso fijo”, acotó.
Fuente: Diario El País / Montevideo, Uruguay.