Entra de contrabando o es hecha en laboratorios clandestinos. Dos suplementos vitamínicos, un antibiótico, un antimicótico y un antiácido. Esos son los medicamentos falsos que, según muestras presentadas ayer por la Dirección Nacional de Medicamentos, son comercializados en al menos 10 farmacias y locales no autorizados en el país, la mayoría ubicados en la zona oriental. Ahí, según la DNM, hay locales donde el 60 % de los medicamentos es falsificado.
Se trata de pastillas, jarabes e inyecciones cuyo uso puede ocasionar desde reacciones alérgicas hasta daño en el hígado y en los riñones. Entre los medicamentos falsificados hay varias presentaciones de Neurobión, uno de los fármacos más consumidos en El Salvador según el ranking de productos IMS.
El director de Medicamentos, Vicente Coto Ugarte, explicó que los hallazgos se llevaron a cabo durante las inspecciones para verificar el etiquetado con los nuevos precios máximos de los medicamentos. El funcionario ha solicitado al presidente de la República, Mauricio Funes, que se modifique el Código Penal para que se establezcan penas más largas a quienes falsifiquen medicamentos y los comercialicen. “Hemos oído sobre capturas que se han hecho en el pasado, pero al final (el acusado) sale libre, le sustituyen las penas por servicio comunitario y el problema sigue”, dijo Coto.
Actualmente este delito está tipificado en el artículo 274 del Código Penal, el cual establece de dos a cuatro años de prisión e “inhabilitación especial” para quienes falsifiquen o adulteren medicamentos y los comercialicen.
Entre la medicina falsificada hay imitaciones de Neurobión inyectable, en tabletas y en ampolletas.
También hay presentaciones falsas del antiácido Malox, del antimicótico Clotén y del suplemento vitamínico para niños Dayamineral.
Ayer mismo, Bayer S.A. denunció haber detectado “una unidad de producto falsificado de Gentamicina MK 80 mg/2ml” inyectable, que corresponde al lote número 12020299. En el caso de este antibiótico, la empresa y la DNM informaron cuáles son las diferencias entre el producto original y el falso. La primera y más evidente es que la tapa del producto falso es color rojo, mientras que la del original es color verde. La solución de producto falso es amarilla transparente, mientras que la del original es incolora y transparente.
Bayer advirtió: “Debido a que el producto detectado fue falsificado no puede excluirse riesgo para los pacientes”. Por ello pidieron a las farmacias y consumidores que hayan adquirido producto falso que se pongan en contacto llamando a los teléfonos 2267-9000 y 2224-1022.
Pueden causar desde alergias hasta cáncer
Entre los medicamentos falsos, los inyectables son los más peligrosos. Así lo advirtió el jefe de la unidad de registro de la DNM, Damián Rodríguez. “El hecho de que sea un producto que no ha pasado por un sistema registro lo pone en el riesgo de que pueda contener diferentes sustancias que en vez de ser beneficiosas hagan daño”, indicó.
Los medicamentos “hechizos” pueden contener colorantes, azúcares y excipientes que no cumplen con las normas internacionales.
Algunos de estos ya no son utilizados, pues pueden producir “desde cáncer hasta diabetes y cirrosis”, añadió.
En el caso de las inyecciones, subrayó, “el riesgo es mucho mayor”. Esto se debe a que el producto puede haberse contaminado debido a que el ambiente en el
que se elaboró no era estéril. “En los inyectables los riesgos mayores son los riesgos de hipersensibilidad, de una reacción alérgica a cualquier contenido”, explicó Rodríguez.
En la fabricación de inyectables es vital que se cumplan las buenas prácticas de manufactura. “Se revisa hasta la calidad del aire que se tiene en el ambiente, ya no digamos la del agua que se va a utilizar”, detalló. Si un inyectable contiene exceso de plomo o exceso de cualquier otro mineral “constituye un riesgo”.
Cuando el medicamento falso es colocado en la piel “las probabilidades de que haga daño son menos”. Si se ingiere, esas probabilidades son mayores. Si se inyecta “son muy graves”. Esto se debe a que el organismo está diseñado para absorber lo que se ingiere.
“Si algo va malo en un medicamento también penetra más fácil”, subrayó. “Si se inyecta se quitaron todas las barreras. Cualquier cosa que vaya ahí hace daño mucho más fácil y en mayor cantidad”, concluyó.