Estudian efectos de los suplementos dietarios

deco_aa_suplementos_dietariosEl proyecto internacional Plan Libra, que incluye a la Argentina, propone convertirse en una fuente de consulta para médicos y ministerios de salud de los países. La Argentina junto con 25 centros de investigación públicos y privados de Europa, América, Asia y Africa investigan los beneficios y riesgos del consumo de suplementos dietarios a base de plantas. El proyecto Plan Libra, que abarca a 11 países, permitirá a los organismos oficiales tener una fuente de consulta para las políticas de salud. En el marco de este proyecto, en el Hospital de Clínicas de Buenos Aires comenzará próximamente el estudio y seguimiento de un grupo de 12 voluntarios para analizar los efectos del consumo de semillas de uva sobre el sistema cardiovascular.

El proyecto ya incluye información de unas 30 hierbas y se divide en cinco áreas, según sean los efectos fisiológicos sobre el organismo. En España estudian los riesgos y beneficios gastrointestinales; en Inglaterra se ocupan de los efectos en la menopausia; en Italia se analizan las propiedades antiinflamatorias, y en Sudáfrica, sus capacidades como antivirales y antibacteriales.

En Argentina el proyecto que finalizará en junio del 2014 se centraliza en la sección Polifenoles Vino y Salud de la 4º Cátedra de Medicina Interna del Hospital de Clínicas, coordinado por el doctor Raúl Pastor, delegado científico de nuestro país del Plant Libra. “Hoy los suplementos dietarios a base de plantas se ofrecen y venden por vías informales como Internet, algunos con publicidades engañosas”, afirma el médico cardiólogo.
Los productos de origen vegetal en nuestro país son de venta libre y por su origen se los considera inocuos para la salud cuando no siempre es así. Los beneficios que se le atribuyen no siempre cuentan con un respaldo científico riguroso, y de hecho, apenas la mitad de los diez suplementos dietarios de origen vegetal que más se consumen cuentan con unos pocos estudios confiables.

Algo similar ocurre en el resto del mundo. En Europa, por ejemplo, el 30 por ciento de la población consume estos productos de manera regular durante por lo menos seis meses para aliviar algún malestar o prevenir otros.
En la Argentina, un estudio de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) sobre alumnos universitarios reveló que el 11 por ciento consume suplementos dietarios principalmente por algún problema de salud, y también lo hace el 15 por ciento de sus familiares. La mayoría los compra en farmacias; los restantes lo hacen en dietéticas/herboristerías o el gimnasio.

Los resultados preliminares del proyecto instan a no subestimar los efectos fisiológicos de los suplementos de origen vegetal y a consultar con el médico sobre el consumo de cualquier infusión, píldora o gotas. Esta recomendación alcanza especialmente a las personas con alguna enfermedad crónica que están consumiendo otra medicación o que tengan factores de riesgo, como la presión o el colesterol elevados.

Sin alarmar

Actualmente está bajo revisión el artículo 1381 del Código Alimentario Argentino que define qué son los suplementos dietarios. Uno de los aspectos más relevantes de la revisión es el análisis de las hierbas permitidas y sus ingestas diarias. Esto permitirá ordenar el mercado y, sobre todo, darle seguridad a la población.

Los datos de toxicidad y efectos adversos que obtendrá el Plant Libra (www.plantlibra.eu/web/) constituyen una herramienta fundamental para decidir o rechazar la inclusión de una hierba..”. La idea no es causar alarma en la población, sino estudiarlos para conocer y difundir si existen posibles interacciones con medicamentos o factores de riesgo en las personas que los utilizan”, afirma la doctora Patrizia Restani, directora general del proyecto e investigadora del Departamento de Ciencias Farmacológicas de la Universidad de Milán, Italia.

Semillas de uva y corazón

“En Argentina avanzamos en el estudio de los biomarcadores de las semillas de uva. En pocos días comenzamos una investigación con voluntarios del Hospital de Clínicas que nos permitirá conocer los beneficios que éstas tienen en la salud cardiovascular”, anticipa el doctor Raúl Pastor, quien estará en Rosario participando del próximo Congreso Argentino de Cardiología.

Ya fueron seleccionados doce voluntarios a quienes se les darán cápsulas de semillas de uva durante tres semanas y luego se les analizará la orina para determinar los biomarcadores presentes.

Los datos obtenidos aquí y en los restantes centros que participan del estudio, cada uno centrado en un tipo de planta, permitirán confeccionar una base de datos de acceso libre tanto para médicos como para cualquier interesado, con información sobre los componentes de cada especie, los riesgos y beneficios de su consumo y cómo interactúan con otros medicamentos.

“Seguramente después de redactar el marco de referencia va a venir algo más firme en cuanto a la fiscalización y venta”, asegura Pastor, quien se apresura a aclarar que esta iniciativa “no responde a ningún lobby de la industria farmacéutica destinado a frenar el consumo de fitoterápicos, sino que trata de dar respuestas a un problema real que interesa a la sociedad”.

“En Argentina avanzamos en el estudio de los biomarcadores de las semillas de uva. En pocos días comenzamos una investigación con voluntarios del Hospital de Clínicas que nos permitirá conocer los beneficios que éstas tienen en la salud cardiovascular”, anticipa el doctor Raúl Pastor, quien estará en Rosario participando del próximo Congreso Argentino de Cardiología.

Ya fueron seleccionados doce voluntarios a quienes se les darán cápsulas de semillas de uva durante tres semanas y luego se les analizará la orina para determinar los biomarcadores

presentes.

Los datos obtenidos aquí y en los restantes centros que participan del estudio, cada uno centrado en un tipo de planta, permitirán confeccionar una base de datos de acceso libre tanto para médicos como para cualquier interesado, con información sobre los componentes de cada especie, los riesgos y beneficios de su consumo y cómo interactúan con otros medicamentos.

“Seguramente después de redactar el marco de referencia va a venir algo más firme en cuanto a la fiscalización y venta”, asegura Pastor, quien se apresura a aclarar que esta iniciativa “no responde a ningún lobby de la industria farmacéutica destinado a frenar el consumo de fitoterápicos, sino que trata de dar respuestas a un problema real que interesa a la sociedad”.

La producción y comercialización de los suplementos dietarios en el país carece de controles. Estos productos se venden en herboristerías, algunos no cuentan con fecha de vencimiento y se desconoce si durante su procesamiento y almacenamiento se garantizó la vigencia de los principios activos de cada planta.

Un indicio de la preocupación que esto genera en Europa y el resto del mundo es que el proyecto Plant Libra fue seleccionado entre 600 presentados ante la Comisión Europea para la Investigación y el Desarrollo. “Se busca establecer pautas que sirvan a los ministerios de salud de los países para fijar formas de producción y comercialización”, afirma el coordinador del estudio en el país, Raúl Pastor.

En Argentina los suplementos dietarios a base de plantas se encuadran como derivados de alimentos y como tales figuran en la Anmat (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) en el rubro fitoterápicos, sin los controles de los que son objeto los medicamentos.

Es intención de las autoridades argentinas suplir esta falencia y para ello incluyó en el proyecto a una representante de la Anmat y del Instituto Nacional de Alimentos.

La producción y comercialización de los suplementos dietarios en el país carece de controles. Estos productos se venden en herboristerías, algunos no cuentan con fecha de vencimiento y se desconoce si durante su procesamiento y almacenamiento se garantizó la vigencia de los principios activos de cada planta.

Un indicio de la preocupación que esto genera en Europa y el resto del mundo es que el proyecto Plant Libra fue seleccionado entre 600 presentados ante la Comisión Europea para la Investigación y el Desarrollo. “Se busca establecer pautas que sirvan a los ministerios de salud de los países para fijar formas de producción y comercialización”, afirma el coordinador del estudio en el país, Raúl Pastor.

En Argentina los suplementos dietarios a base de plantas se encuadran como derivados de alimentos y como tales figuran en la Anmat (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) en el rubro fitoterápicos, sin los controles de los que son objeto los medicamentos.
Es intención de las autoridades argentinas suplir esta falencia y para ello incluyó en el proyecto a una representante de la Anmat y del Instituto Nacional de Alimentos.

Programa Infosalud 9-05-13