El fentanilo, un analgésico vendido bajo receta y utilizado a menudo como droga, hace estragos en Canadá, donde su uso está cada vez más extendido y ya ha causado varias muertes, advirtieron varios expertos.
“Está en el mercado negro y su presencia va en aumento”, indicó a la AFP Pierre-André Dubé, farmacéutico y toxicólogo que trabaja en el Instituto Nacional de Salud Pública de Québec.
Desde hace algún tiempo, los expertos tienen más capacidad para detectar la presencia de este opiáceo cien veces más potente que la morfina, barato y fácilmente accesible, con métodos analíticos más precisos.
“Las personas mueren por sobredosis”, explica Dubé: “A menudo desarrollan tolerancia y toman gradualmente dosis cada vez mayores para obtener el efecto euforizante buscado. Ocurre que ellas dejan de tomar, por ejemplo, durante una cura de desintoxicación, y luego retoman la misma dosis que antes, sin tener en cuenta que su tolerancia ya no es la misma”.
“Se exponen entonces a una depresión violenta, a la interrupción de ciertas funciones cerebrales y la muerte por paro respiratorio. Algunos quedan reducidos al estado vegetal”, agregó.
El medicamento es vendido bajo receta a personas que sufren dolores crónicos y también a enfermos de cáncer. Se aplica normalmente bajo la forma de parches que se adhieren a la piel durante tres días, para permitir que la sustancia activa penetre paulatinamente en el cuerpo por ósmosis.
Así, los adictos pueden obtener sin dificultad, sea comprándolo o tomándolo del botiquín familiar, o bien recogiendo parches usados de la basura, pero que conservan aún el 70% de la dosis inicial.
Estos los consumen de diferentes maneras: masticando los parches, pegando varios a la vez en el cuerpo, cortándolos en tiras delgadas y aplicándolos en las mucosas, haciendo con ellos una infusión para beber o inyectarse, según explica el toxicólogo.
Al menos se han sido registrados en Ottawa tres muertes por sobredosis en los últimos meses, pero la policía cree que la cifra es mucho mayor.
Fuente: Diario Popular