La agencia reguladora de los medicamentos en los Estados Unidos aprobó, por primera vez en 13 años, un medicamento que se utiliza como “un aditivo a una dieta de bajas calorías y ejercicio” para controlar la obesidad, una enfermedad que afectará a la mitad de la población del país en 2030.
La decisión de la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA, por sus siglas en inglés) sigue la recomendación de un panel de expertos independientes, que el 10 de mayo instó a la comercialización de la droga clorhidrato del lorcaserin bajo el nombre de Belviq.
El fármaco está destinado a adultos obesos y con al menos una de las enfermedades relacionadas con el sobrepeso, como la hipertensión, la diabetes tipo 2 o el colesterol alto.
El Belviq funciona controlando el apetito a través de receptores en el cerebro mediante la activación del receptor de la serotonina 2C.
Los ensayos clínicos mostraron que ayudó a los pacientes a perder un promedio de 3 a 3,7% de su peso corporal después de un año, en comparación con un placebo, dijo la FDA en un comunicado.
Los adultos que lo empleen deberán tener un índice de masa corporal (IMC) de 30 o mayor, o de 27 o más si tienen al menos una enfermedad relacionada con el sobrepeso.
“La obesidad amenaza el bienestar general de los pacientes y es un importante problema de salud pública”, dijo Janet Woodcock, directora del Centro de la FDA para la Evaluación e Investigación de Drogas. “La aprobación de este fármaco, utilizado de manera responsable en combinación con una dieta y un estilo de vida saludable, ofrece una opción de tratamiento“, agregó.
El último medicamento contra la obesidad aprobado en los Estados Unidos fue el Xenical (orlistat) de Roche, en 1999. También comercializado como Redustat, Slimella, Beltas, Redicres o Alli -fabricado por diversos laboratorios- funciona evitando que el cuerpo absorba grasa, pero sus efectos secundarios gastrointestinales, como deposiciones aceitosas, disminuyeron su popularidad entre los pacientes.
Fuente: Infobae / AFP