Según datos de la OMS se estima que la población de América, mayor de 60 años, rondara las 200 millones de personas y para el 2050 subirá a más de 320 millones, en los próximos cinco años la población mayor de 65 años superará a los menores de cinco años. En el 2050 la población de mas de 80 años se cuadriplicará, calculando la misma en 395 millones, un 22 porciento de la población mundial.
En América Latina, unos dos tercios de la población de personas mayores, enfermedad crónica. La Argentina es uno de los países de Latinoamérica con más alta tasa de envejecimiento, según el último censo, llegan a 5.728.838 personas. China, Chile e Irán tendrán una mayor proporción de ancianos que los EE.UU. En Francia pasaron mas de 100 años para que los mayores de 65 años se incrementaran del 7 al 14 porciento, mientras que en Brasil y China en 20 años alcanzaron esa misma proporción ¿Es que se ha revertido la ecuación, que en los países con más desarrollo la proporción de adultos mayores se acelera en comparación a los menos desarrollados? La respuesta es sí, por que hay menor tasa de natalidad, se achata la pirámide poblacional y existen menores aportantes al sistema. Argentina ha aumentado su población de adultos mayores en los últimos años a un paso más acelerado, con el desafío social, económico y de inversión en salud que esto significa, en una sociedad con cambios culturales y familiares que impactaron en el cuidado de los adultos mayores en el contexto familiar ,como sucedía en la década de los 60 , con el ingreso de las mujeres al mercado laboral ,cambiando las estructuras de familias , donde los adultos mayores gozaban de una mayor contención familiar ,rol que ahora deberá hacerse cargo el Estado . El mayor desafío es el de los países más pobres de la tierra, que se han subido al desafío del envejecimiento a un paso más acelerado con un mayor costo en las prestaciones de salud y la asistencia social. La OMS en éste contexto fija como estrategias de los Estados, una reducción de las enfermedades no trasmisibles, las enfermedades crónicas, con un enfoque en la prevención y en el seguimiento de las mismas evitando así las más severas complicaciones que provocan minusvalías y discapacidades permanentes. Así con foco en las comunidades, cambios de hábitos y costumbres con una mayor tendencia a los controles preventivos y de seguimiento de enfermos que padecen enfermedades crónicas, reforzando la comunicación y la información. Facilitar el acceso a los servicios de salud sin barreras de accesibilidad, que deberían ser suprimidas para los más vulnerables y fundamentalmente aquellos que padecen de enfermedades crónicas, ejerciendo una tutoría permanente y con cobertura del 100 por ciento de las prestaciones y medicamentos, como sucede en algunos programas y Entidades de Seguridad Social, Obra Sociales y Seguros Provinciales en Argentina. La formación de agentes de salud o el programa de cuidadores domiciliarios como se está llevando a cabo en la Provincia de Buenos Aires a traves del convenio IOMA y Ministerio de Acción Social de La Nación, son factores que contribuyen a mejorar la calidad de vida en esta etapa de la vida El desafío es mayúsculo y las estrategias sanitarias tienen que aplicarse en el futuro, adaptadas sin dudas a pautas culturales de las comunidades.
“Consultor de Salud” 14/06/12